Faltará crudo a Pemex para cumplir objetivo de refinación
Mientras la Secretaría de
Energía se comprometió a culminar el 2019 con un proceso de crudo de 900,000
barriles diarios en las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex), en lo que va
del año el crudo disponible para los seis centros refinadores ha alcanzado un
promedio de apenas 588,179 barriles diarios en los primeros ocho meses del año
y aunque el envío a terminales de exportación ha caído 7.8% en un año, éste
abarca todavía 66% de la producción nacional en promedio en lo que va del año.
Las exportaciones de crudo de
Pemex promediaron 1.081 millones de barriles diarios durante el mes de agosto,
con lo que cayeron 8.4%, que son 99,460 barriles en comparación con el mismo
mes del año anterior. Según el último reporte estadístico de la petrolera
nacional, en el acumulado de los primeros ocho meses del año, estas ventas al
exterior se han ubicado en un promedio de 1.135 millones de barriles por día,
con lo que se han reducido en 6.1% en un año, ya que se han exportado 73,560
barriles diarios menos que en el mismo lapso del 2018.
Así, las ventas al exterior de
crudo son las más altas como proporción del petróleo que se extrae en el país
en la última década y al alcanzar 67% superan en 3 puntos porcentuales a la
proporción del año pasado y en 20 puntos si se comparan con 47% de la
producción que se exportaba en el 2009.
Pero al integrar las
diferencias estadísticas, por empaques e inventarios de Pemex, el crudo
disponible para terminales de exportación promedia 1.120 millones de barriles
diarios en el acumulado de enero a agosto que, aunque representa la mayor
disminución en este rubro de los últimos siete años en ese periodo, es todavía
1.9 veces superior al volumen de crudo que se ha distribuido a las refinerías
este año.
Por otra parte, la producción
petrolera que reporta la estatal promedia 1.693 millones de barriles por día en
los primeros ocho meses del año, con lo que ha caído 9.5%; es decir, se ha
dispuesto de 177,000 barriles diarios menos en un año.
La Secretaría de Energía
reporta también la disponibilidad de crudo de cada periodo, que al añadir
remanentes de periodos anteriores suele ser ligeramente superior a la
producción de ese lapso. En la última década, esta variación ha sido de entre
1,000 y 2,000 barriles diarios, pero en lo que va del 2019, la disponibilidad
aumentó a un promedio de 1.711 millones de barriles por día, con lo que se ha
convertido en la mayor registrada por Pemex en relación con la producción, ya
que ha sido de 18,000 barriles por día adicionales a la extracción acumulada de
enero a agosto de cada ejercicio.
Las diferencias estadísticas
de la disponibilidad de crudo por empaques e inventarios que finalmente reporta
la empresa están, además, en su nivel más bajo de los últimos 10 años, al
ubicarse en sólo 3,000 barriles por día en el promedio acumulado del año, según
la Secretaría de Energía. Este volumen es la tercera parte del que se reportaba
el año pasado y resulta muy inferior al que se reportaba entre el 2015 y 2017,
de entre 28,000 y 22,000 barriles, luego de los picos que se alcanzaron entre
el 2012 y 2014, en que llegaron a promediar entre 80,000 y 150,000 barriles por
día.
Proceso, en su nivel más bajo
Aun así, el proceso de crudo
de la empresa lleva un promedio de 598,000 barriles diarios en las seis
refinerías en el acumulado de enero a agosto, volumen que es 8.3% inferior al
del mismo lapso del año pasado y aunque la caída presenta una mejora si se
compara con la de 24% que se reportaba en los primeros ocho meses del año
anterior en la comparación anual, sigue sin poder elevarse por los grandes
mantenimientos que se han realizado a las refinerías de Pemex desde el arranque
de la presente administración.
Por lo tanto, para llegar a un
proceso de 900,000 barriles diarios de crudo en las refinerías, será necesario
aumentar su disponibilidad en por lo menos 312,000 barriles diarios, con lo que
o se tomará la decisión de importar petróleo o se tendrían que reducir a cerca
de 823,000 barriles por día las exportaciones de crudo; es decir, 27% menos de
lo que actualmente se vende al exterior, con el respectivo impacto en las
finanzas públicas.