
Una opción para lograr si tener refinerías funcionales dentro de este sexenio: Las Refinerías Modulares
El poder hablar con jubilados de PEMEX tiene la ventaja de que pueden pasar en el anonimato y platicar situaciones que no son del dominio público pero que explican porqué muchas cosas en PEMEX están mal, y componerlas impone un esfuerzo titánico, tanto que para muchos es más fácil seguir la inercia. Primero está el hecho conocido de que PEMEX está mal, pero mucho muy mal administrada, y las grandes decisiones siempre tienen una connotación política, generalmente contraria a las buenas prácticas del negocio petrolero (y de cualquier negocio).
Se estima que de haberse construido (la tan anunciada durante el sexenio de Calderón) la Refinería Bicentenario en Tula Hidalgo, con capacidad de refinación de 250,000 BPD, prácticamente no se importaría gasolinas para cubrir la demanda nacional. La construcción de esta refinería fue cancelada por decisión de los diputados priistas-principalmente, ya que si no eran ellos los que proponían la reforma energética no debía ser nadie más, varios panistas inconformes con Felipe Calderón, del verde ecologista – como apéndice del PRI y de los aliancistas –que se movían como veleta según conviniera; aun cuando ya se cuenta con toda la ingeniería de construcción. La última refinería que entró en operación en México fue en 1979; por lo que hace 37 años que no se construye ninguna nueva refinería, a pesar del incremento en la demanda de gasolinas, diésel y turbosinas.
En diciembre del 2013 se aprobó en las cámaras de diputados y senadores la mal llamada Reforma Energética (éste es una connotación que alegan los trabajadores jubilados y ex trabajadores de PEMEX, que desde luego puede estar a debate). Y una de las primeras consecuencias hacia el público fue el llamado “gasolinazo” donde el incremento al precio de las gasolinas obedece a hacer más atractiva la comercialización de las mismas, por parte de las empresas privadas, que incrementaran sus ganancias con el aumento.
El gasolinazo provoca un aumento en el Índice Inflacionario al aumentar los costos de transportación de los productos que consume la población, esto impacta la economía del sector social, y aunque hay quien pronostica una hecatombe económica, la realidad es que no la habría, pero si perjudicar a sectores vulnerables de la población, debilitando su economía y debilitando los vínculos sociales.
Sabemos que por razones políticas se prefiere vender crudo que productos petrolíferos de alto valor agregado, eso ha hecho que durante años a Pemex se le haya negado el crudo suficiente en sus refinerías impidiendo que trabajen al 100% (esto al menos por cuestiones de abastecimiento, la operación misma y su mantenimiento son otro asunto). Al depender de las importaciones de los hidrocarburos México pierde soberanía energética y queda sujeto a los caprichos del presidente electo de Estados Unidos, que podría amenazar a México con la no venta de gasolinas y diésel. Si bien sabemos que al final de cuentas no lo puede hacer, su solo comentario ha probado que puede alterar los mercados y afectar nuestra divisa.
Es de señalar que es incluso más barato refinar en México que en otros países como Estados Unidos, como es el caso de la Refinería Miguel Hidalgo de Tula, siendo el costo estimado producción de gasolina magna (o su equivalente de 87 octanos) de $4.50 MX. Sin embargo cada vez más los costos de mantenimiento, y la caída en la eficiencia de la refinería por este rubro, y el no remplazo de equipos clave, y el uso de nuevas tecnologías, hace que poco a poco este costo suba, y si a eso aunamos la baja eficiencia, eventualmente las refinerías que quedan, quedarán obsoletas al grado de no ser útiles.
En su momento (a la expedición de la Reforma Energética, a inicios de este sexenio), la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, se opuso radicalmente a la Reforma Energética y propusieron un proyecto alternativo para mejorar el desempeño de PEMEX- Proyecto que sigue siendo válido y exigen sea considerado por los 3 niveles de gobierno, para darle una salida viable a la crisis energética que estamos viviendo. En lo inmediato:
1.- Que las refinerías operen al 100% de su capacidad.- Como mencioné no es viable a corto plazo, y su eficiencia mejoraría en función de la reconfiguraciones y la construcción de nuevas refinerías.
2.- Se suspenda la venta de los ductos y las terminales de almacenamiento. – Aquí el punto es considerar que las empresas extranjeras construyan sus propias instalaciones, y/o que reconfiguren aquellas en las que hayan entrado en convenio con PEMEX, pero que seguirían siendo de PEMEX.
3.- Reanudar las reconfiguraciones de las refinerías de Salamanca, Salina Cruz y Tula. – Esto, sin lugar a dudas.
4.- Aprovechar el terreno que se acondiciono para la refinería Bicentenario para Construir dos trenes pequeños de refinación (50,000 barriles c/u) e infraestructura de almacenamiento. – Si para esta situación se consideran refinerías modulares, existe un gran potencial de crecimiento.
5.-Construir las refinerías necesarias para cubrir la demanda nacional de combustibles. – Mismo comentario anterior.
México cuenta con seis refinerías: Refinería “Miguel Hidalgo” en Tula Hidalgo, Refinería “Francisco I. Madero” en Ciudad Madero, Tamaulipas, Refinería “Ing. Antonio M. Amor” en Salamanca, Guanajuato; Refinería “Ing. Antonio Dovalí Jaime” en Salina Cruz, Oaxaca; Refinería “Gral. Lázaro Cárdenas del Rio” en Minatitlán, Veracruz; Refinería “Ing. Héctor Lara Sosa” en Cadereyta, Nuevo León. En México se extrae del subsuelo terrestre y marino tres tipos de petróleo denominados Istmo, Olmeca y Maya, siendo el Istmo y Olmeca de tipo ligero y Maya de tipo pesado; de los crudos ligeros se obtienen más gasolinas mientras que del tipo Maya menos gasolinas. A esta clasificación se deben añadir el Altamira (extra pesado con API° de 15 o menor), que es usado para producir mezclas que cumplan con los compromisos de venta de un determinado crudo, especialmente los pesados.
En general las refinerías mexicanas operan con una mezcla de crudos, 70% de tipo pesado y 30% de crudos ligeros. La capacidad de refinación nacional es de 1,620,000 barriles diarios y que de trabajar al 100%[2] las refinerías se obtendrían alrededor de 648,000 barriles de gasolinas por día,
Actualmente las refinerías de Pemex están trabajando solo al 40% de su capacidad. El consumo nacional de gasolinas es aproximadamente de 800,000 barriles diarios y que al trabajar al 40% de su capacidad las refinerías, México importa más del 60% de la gasolina necesaria para cubrir la demanda nacional, mientras que si trabajaran al 100% las refinerías solo se necesitarían importar el 19%. En Texas existe la refinería Deer Park, pocos mexicanos saben que PEMEX es 50% dueño de esa refinería, le pagó a Shell $11,000,000,000 US en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, es la sexta más grande de EEUU, con capacidad de 360,000 BPD. El único detalle es que, aunque Pemex pagó por esta refinería, no recibe un peso de ganancia porque estas las maneja PMI (Pemex internacional) y desvía el dinero a paraísos fiscales. Todos sabemos que al desincorporar PMI del resto de PEMEX, éste se maneja como una entidad independiente que no tiene que rendirle cuentas al corporativo de PEMEX, y que por tanto recibe ingresos por una venta que realmente no hizo, y por tanto puede hacer casi lo que sea con esos fondos. Se estiman ganancias para México de $2,000,000,000 US anuales. Nada despreciable y se maneja como caja chica. Muy pocos mexicanos lo saben y sus ganancias nunca llegan a reinvertirse en PEMEX, sino que se usan discrecionalmente, en función de los requerimientos de la SHCP.
Con solo vender el 50% de participación que son $11,000,000,000 US, se podrían construir en México 3 refinerías modulares que son las más actuales en solo 2 años y quedarían $5,000,000,000 US para dejar al 100% (esto acorde a los técnicos petroleros retirados) las que ya tenemos y estaríamos surtiendo el mercado nacional al 100%, dejaríamos de exportar petróleo y se procesaría aquí donde el costo de producción es de $4.50 pesos por litro de gasolina. Así las cosas, son muchos los detalles que no se conocen acerca de la principal empresa petrolera en nuestro país (y esperemos así siga siendo) y eso solamente es parte del enorme iceberg de la corrupción, porque seguramente hay más, mucho más que no se sabe.
Las Refinerías Modulares
La apertura Reforma energética en México abre un nuevo panorama en la industria de la refinación. Las mini refinerías o refinerías modulares representan una excelente oportunidad de negocio en especial para todas aquellas empresas que consuman altos volúmenes de diésel y gasolinas. Los mecanismos fiscales y costos de producción permiten un alto ahorro en esta área que supera en más del 40% en costos por consumo de este rubro, que sumado a la plusvalía de las instalaciones además de beneficios fiscales hacen de esta inversión una oportunidad única.
Las Refinerías Modulares, son básicamente plantas de proceso construidas llave en mano, y que son relativamente flexibles, usan las más actuales tecnologías, y pueden ser rápidamente armables, entre otras características tenemos:
- Son unidades de refinación que procesan crudos ligeros y pesados a un bajo costo.
- Fueron creadas para ser totalmente autónomas, capaces de producir principalmente diésel y gasolinas, para satisfacer necesidades de autoconsumo o consumo masivo, su construcción y puesta en operación es muy rápida.
- Se cuenta con varios tamaños de acuerdo a los requerimientos de los clientes y pueden generar desde 1,500,000 hasta 60,000,000 litros mensuales de derivados (de unos 9,434 a 377,359 Barriles mensuales).
- Las refinerías modulares de tecnología rusa son equipos simples, de fácil operación, que se fabrican bajo la norma 3, 4 y 5 Europea de Seguridad Ambiental, tanto o más exigentes como las normas de EEUU y México, sumando a su favor un coste de proyecto y construcción muy inferiores a los sistemas alternos presentados por empresas norteamericanas y europeas.
- Las refinerías modulares son una nueva alternativa a partir de la Reforma Energética, al obtenerse a un costo menor el combustible generado, sea diésel o gasolina.
- Su puesta en operación es en muy corto tiempo, de terminada a operativa, en 2-3 meses.
- Requieren de una inversión menor y cuentan con varios modelos de volumen de producción.
- Se tiene un beneficio económico en el producto terminado de hasta 40%.
- Son autosuficientes, se proveen a sí mismas sus servicios auxiliares.
- Están enfocadas a pequeños y medianos consumidores de los productos.
- Pueden procesar crudos pesados y ligeros, con alto y bajo azufre.
- Representan una excelente inversión, ya que la recuperación del capital es muy corta, en algunos casos menor a un año; con un especial atractivo financiero bajo el esquema de autoconsumo.
- Permite tomar ventaja a los particulares, al estar ya autorizada la refinación de hidrocarburos en México, como resultado de la Reforma Energética.
“Pemex es una empresa que exporta mucho producto y lo que gana se lo gasta en importar gasolina, esa es un área de oportunidad que se tiene y por ello vendrán con los farm outs para construir refinerías modulares, ya no del tamaño de Refinería Madero, sino más pequeñas, pero que nos den una capacidad de 50 o 100 mil barriles diarios de petrolíferos, esto solo se logrará con las alianzas”, señaló. Dijo que Pemex tiene contemplado remodelar tres refinerías, las de Salina Cruz, Salamanca y Tula, de estas Salina Cruz y Salamanca están en el proceso de compra de ingeniería básica para modernizarlas hasta alcanzar una producción de un millón 700 mil barriles de refinados, lo que dará una capacidad para evitar la importación de gasolinas. Sin embargo, ahora hay que esperar a que se redefinan los detalles de acciones en el sector energía por el nuevo gobierno de la República.
Borjas Plascencia considera que: “Actualmente se necesita reconfigurar Salina Cruz, Salamanca y Tula, ya Minatitlán, Madero y Cadereyta fueron reconfiguradas y le llamó reconfiguración porque participe en ese proyecto, de pasar de un crudo mucho muy ligero a procesar un crudo pesado que es el que traemos de la Sonda de Campeche. Tuvimos que modificar las plantas para poderlo procesar, ya que tiene mucho azufre y sales y hubo que hacerle modificaciones a esas tres refinerías, el plan era hacerlo en las seis pero debido a los altos costos de las ingenierías para reconfigurar y las mismas construcciones de las plantas en las que se requieren muchos recursos”, agregó. Esto muestra que los conceptos de planificación de proyectos y Dirección de Proyectos dejan mucho que desear en aplicaciones de ingeniería en la industria petrolera.
Borjas Plascencia advirtió que en los últimos 15 años de reconfiguraciones en Pemex se obtuvo como resultado que en Minatitlán se procesa el 60 % del crudo Maya y el 40 % del crudo Olmeca y en esas plantas se gastó la inversión de 20 años. “Cuando se tuvieron costos altos por el barril de crudo alto, era la oportunidad de invertir en refinerías pero creo yo que desde mi punto de vista, que PEMEX y el gobierno dirigieron esas inversiones en otros rubros de la nación”, dijo. Esto último es clara prueba de la increíblemente mala administración de PEMEX y la desconsideración hacia dicha empresa por parte del Gobierno Federal.
Las primeras nuevas refinerías parecen estar definidas para Dos Bocas, en Tabasco, y Atasta en Campeche, geográficamente muy cerca una de otra. Pero no serían las únicas.
El grupo de capitales estadounidenses, constituido como RefMex, destinaría una inversión de 1,542 mdd para su construcción en Campeche; hay potencial para ocho refinerías más, por lo que la inversión total se estima en 11,626 mdd.
La primera de las nuevas refinerías privadas que se pretende construir en México se ubicaría en Campeche, con una capacidad de procesamiento de entre 40,000 y 60,000 barriles diarios de crudo y una inversión de 1,542 millones de dólares por parte de un grupo de capitales estadounidenses que se ha constituido en México como Refinerías Unidas de México (Refmex), dada la demanda y las facilidades legales de la zona. Como se ve este costo es sustancialmente menor al considerado de 6,000 a 8,000 millones de US por la refinería original en Tula.
El proyecto es conocido en la región y cuenta con condiciones de negocio altamente viables, ya que en el sur-sureste del país existe un regazo en infraestructura de refinación y abasto de combustibles, con inventarios de máximo 27 horas (cuando en el resto del país son de dos días). Además de ello, los inversionistas gozarían de las ventajas fiscales, arancelarias y administrativas del proyecto de Zonas Económicas Especiales (ZEE) del gobierno federal. El marco legal ofrece finalmente las posibilidades de que concluya con éxito un proyecto como éste en que se alinean además la demanda y necesidades sociales en un modelo de negocio altamente viable, dijo el legislador.
La nueva planta refinadora del país, cuyo arranque de proyecto real está aún pendiente y cuya construcción y desarrollo podría tomar entre 18 y 30 meses, luego de los estudios y la obtención de permisos que todavía llevan a cabo los potenciales inversionistas, será modular o ensamblada por piezas, según Refmex. El proyecto podría ser únicamente privado o contar con alguna asociación con PEMEX, lo cual está aún por definirse.
Nueve Refinerías de Refmex
El portal comercial de Refmex indica que el grupo pretende construir nueve refinerías modulares con una inversión total de $11,626,000,000 US en ubicaciones potenciales como Cadereyta, Nuevo León; Campeche, Campeche; Dos Bocas, Tabasco; Minatitlán, Veracruz; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Manzanillo, Colima; Salina Cruz, Oaxaca; Tula, Hidalgo, y Tuxpan, Veracruz. La administradora y desarrolladora inmobiliaria global CBRE, en conjunto con sus principales socios que operan en la industria de la energía, propone a través de su alianza con Refinerías Unidas de México (Re Unidas SAPI de CV) desarrollar una serie de refinerías modulares para satisfacer la demanda local a un costo mucho menor que la infraestructura energética actual, generando grandes beneficios para la población de forma directa y para el gobierno federal por un incremento de recaudación fiscal.
En los proyectos participa también como socio la Corporación Amerapex, que con sede en Houston, se dedica a la ingeniería de apalancamiento y administración de construcción de refinerías de petróleo y la transformación del gas, principalmente en Estados Unidos. Las nuevas plantas pretenden alcanzar capacidades de almacenamiento de 500,000 BPD, además de que tendrán un uso de 150 megawatts de energía eléctrica y un uso de 1 millón de barriles diarios de agua para la producción de gas licuado de petróleo, gasolina, diésel, turbosina y asfalto, además de la cogeneración de electricidad y tratamiento de agua. Entre los avances, Refmex reporta que cuenta ya con los permisos ambientales para cada sitio.
Conclusión
Es clave considerar esta opción como la más viable para lograr las 3 refinerías que se propone el nuevo gobierno federal, independientemente de lo que haga la iniciativa privada, es claro que lo químicos producidos al final de la cadena de valor del petróleo, no acaban dependiendo en su precio del costo de la materia prima, sino que se mueven por una dinámica de mercado diferente, incluso los varios productos intermedios que son considerados genéricos. La diferencia en valor puede ser de hasta 14 veces, y eso debería ser incentivo para reconfigurar nuevamente la cadena de valor de la industria petroquímica.