
Modifica ASEA lineamientos de atención a emergencias en hidrocarburos, después de derrame de Pemex
La Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de
Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) publicó
en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto
para modificar las “Disposiciones Administrativas de Carácter General
que establecen los lineamientos para la elaboración de los protocolos de
respuesta a emergencias en las actividades del sector hidrocarburos”.
El decreto fue publicado después que a mediados de
julio de este año Pemex reportó un derrame en el campo Ek Balam.
Uno de los cambios principales en la disposición se basa en
la definición de un “derrame”: la regulación anterior, de marzo de 2019,
establecía que un derrame se define como “cualquier descarga,
evacuación, rebose, achique o vaciamiento de hidrocarburos u otras sustancias
peligrosas en estado líquido”.
Sin embargo, la nueva redacción publicada hoy en el DOF
cambió la definición a una “pérdida de contención de hidrocarburos u
otras sustancias peligrosas en estado líquido en el suelo, subsuelo o agua, que
pueden ocasionar daño o representar un peligro para personas, instalaciones y
medio ambiente”.
El 18 de julio, Petróleos Mexicanos informó que el
derrame en Ek Balam fue controlado y que se trató de una fuga
“mínima”, donde aseguró que “la mayor parte del volumen derramado se
recuperó de manera inmediata y la iridiscencia se dispersó”.
“Los dos puntos de fuga en el ducto fueron pequeñas
fisuras de siete centímetros de longitud por un milímetro de ancho y un poro de
1.2 centímetros de diámetro. Dado lo reducido de las grietas, el volumen de
hidrocarburos que se fugó fue mínimo”, señaló la empresa en un comunicado
emitido ese día.
Bajo la nueva redacción de la disposición, publicada en
el DOF, el incidente de Pemex podría no ser considerado un “derrame”,
debido a que en teoría no representó un peligro para personas, instalaciones y
medio ambiente.
No obstante, a finales de julio, organizaciones
no gubernamentales acusaron que la información presentada por Pemex y el
gobierno federal es “imprecisa y en algunos casos contradictoria”.
“Las organizaciones firmantes vemos con suma preocupación
esta intención de negar hechos irrefutables y desatender los impactos que este
tipo de desastres tienen en los ecosistemas marinos y en las comunidades que
viven a lo largo de la costa del Golfo”, dijeron 21 organizaciones civiles.
Agregaron que la normalización de los desastres por
parte de la empresa estatal y de las autoridades lleva a concluir que la
situación sería más grave de lo que parece y expresaron su temor de
que esta situación haya revelado el “modus operandi” de las compañías
petroleras que operan en la región.
“Queda presente el temor de que lo que hemos observado
estas semanas es en realidad el modus operandi habitual de las petroleras de la
región, lo que a su vez implica que el daño ambiental que se está perpetrando
permanece deliberadamente oculto y sin remediar”, asentaron.
Por ello, dejaron en claro que “esta forma irresponsable
de operación” no es normal ni se debe minimizar.
En respuesta, en una conferencia de prensa, el
director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, aseguró que la fuga petrolera
en Cantarell se trataba de una “chapopotera”, lo que según el
dirigente, es un fenómeno natural de “millones de años” en el que hay fugas
intermitentes del hidrocarburo, que no están relacionadas con las actividades
de Pemex y que no representan riesgos para el ambiente.
Justificación El acuerdo publicado por la ASEA refirió que a partir de una
revisión, la agencia detectó la necesidad de modificar las normas para
“simplificar la carga administrativa sobre los regulados, manteniendo la
certidumbre técnica y jurídica”, pero manteniendo el “conocimiento
suficiente” permitiéndole contar con el conocimiento suficiente de las
operaciones que se desarrollan en el país.
Además, la agencia afirmó que los cambios se
realizaron tras recibir las “opiniones favorables” de las secretarías de Medio
Ambiente y de Energía, así como de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)
y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Cambian planes de reparaciónOtra modificación en el decreto publicado por la ASEA se
refiere a los “planes de atención de emergencias”.
En el nuevo documento se establece que, en los
planes de atención a emergencias, tanto externos, como internos, las
instituciones reguladas serán las encargadas de establecer los recursos y
procedimientos con los que cuentan para alertar, comunicar, evacuar,
atender, controlar y dar por terminada la emergencia, así como evaluar daños a
instalaciones, estructuras aledañas y retorno de la población.
Además, las empresas, incluido Pemex, no deberán
incluir el “Plan de acción y de atención a recomendaciones derivadas del
Análisis de Riesgo para el Sector Hidrocarburos (ARSH)”, para la formulación
del Protocolo de Respuesta a Emergencias (PRE).
La ASEA también derogó una disposición que obligaba a
actualizar los Protocolos de Respuesta a Emergencias, si en algún simulacro,
las empresas detectaban fallas o mejoras de los elementos evaluados.