
Decisiones del próximo gobierno serán clave para las calificaciones de Pemex: S&P Global
El próximo gobierno mexicano influirá en las
calificaciones crediticias de México y Pemex, con desafíos en política fiscal y
manejo de la deuda de Pemex.
Las decisiones del próximo gobierno de México
tendrán un impacto significativo en las calificaciones crediticias del país y
de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), según
un informe de S&P Global.
La relación
del gobierno con Pemex, que es la compañía petrolera más endeudada del mundo,
representa un desafío crucial para la administración entrante.
Las acciones del
nuevo gobierno en áreas como la política fiscal general, el apoyo a Pemex, y la
gestión de la empresa influirán directamente en las calificaciones crediticias
tanto de México como de la empresa productiva del estado.
El informe de S&P, redactado por la analista
Lisa M. Schineller, destaca que las principales candidatas a la presidencia,
Claudia Sheinbaum del partido Morena y Xóchitl Gálvez de la coalición
opositora, tienen la intención de mejorar los estándares de vida en México,
aunque con enfoques políticos distintos.
La composición del Congreso será
decisiva en determinar cuánto podrán avanzar sus agendas políticas.
En cuanto a los aspectos financieros, el documento
menciona que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de México
ascenderán al 5.9% del PIB a finales de 2024, evidenciando un aumento del
déficit fiscal.
La administración actual ha proporcionado un apoyo considerable
a Pemex, incluyendo inyecciones de capital y reducciones fiscales
significativas, disminuyendo el Derecho de Utilidad Compartida
del 65 al 30% entre 2019 y 2024.
Esta ayuda ha sido crucial para la
empresa, aunque su perfil crediticio individual se ha debilitado hasta ‘CCC+’,
lo que refleja su dependencia de condiciones económicas favorables para cumplir
con sus obligaciones financieras.
Pemex ha logrado estabilizar su producción
petrolera en 2023 a 1.87 millones de barriles diarios, un aumento del 5% anual,
pero enfrenta el reto de mantener esta producción debido a que su portafolio
consiste principalmente en campos maduros que requieren más inversiones.
Las
operaciones de refinación continúan siendo un lastre financiero, operando a
solo el 50% de su capacidad instalada y registrando pérdidas operativas
constantes.
S&P Global advierte que, sin mejoras en la
situación financiera de Pemex y si el gobierno continúa ofreciendo un alto
nivel de apoyo, podría surgir un pasivo moderado para la empresa, lo que
presionaría aún más el perfil fiscal de México y podría impactar negativamente
en su calificación soberana.
En resumen, la gestión de la relación con Pemex y
las políticas económicas del próximo gobierno serán cruciales para la
estabilidad financiera del país.