En el transcurso del año el gobierno federal ha seguido al pie de la letra el calendario para concretar la apertura en el ámbito de la comercialización de gasolinas.

La liberalización de precios ya se dio en 2 de las 5 zonas en las que se dividió el país y la NOM para importar gasolinas calidad de EU, ya se aprobó.

Pese al esfuerzo de SENER de Pedro Joaquín Coldwell y la CRE de Guillermo García Alcocer, aún habrá que dar tiempo al tiempo para que los nuevos vientos los perciba más claramente el consumidor.

La expectativa es que el monopolio que por años ejerció Pemex que dirige José Antonio González Anaya se diluya en lo que es la venta de gasolinas.

No es algo fácil, puesto que antes ya se sabe, se debe mejorar la infraestructura de ductos y almacenamiento.

Ahora mismo los nuevos actores que han llegado a dicho negocio como Gulf que lleva Sergio de la Vega, BP a cargo de Chris Sladen y Costco de Jaime González dependen de Pemex para su abasto, como el resto de otros grupos mexicanos.

Algunos de ellos han agregado a su gasolina aditivos para diferenciarse de cara a la clientela.

Otros nuevos jugadores que ya levantaron la mano son la anglo-holandesa Shell que dirige aquí Alberto de la Fuente, Exxon de Enrique Hidalgo, así como Walmart.

Shell y Exxon ya han informado que para antes de que termine el año instalarán su primera estación, aunque le confirmo que aún ahora no tienen claridad puesto que siguen en fase de análisis.

Es el mismo caso de Walmart que comanda Guilherme Loureiro que algo sabe ya de este negocio, puesto que en EU maneja su propia marca y también está asociada con la británica Asda, que le pertenece. Igual tiene gasolinerías en Brasil.

En México se puede decir que indirectamente Walmart ha participado en la comercialización de gasolina, puesto que tiene unas 18 propiedades que renta a terceros para ese negocio.

Claro que el punto es hacerlo directamente, para lo que hay voluntad, aunque aún tendrá que definir el modelo de negocio, que es justo en lo que se está.

Obvio habrá que determinar la procedencia de su gasolina, y si ésta es importada tener muy clara la logística para manejarla y almacenarla.

Antes se impulsará un modelo piloto que podría implicar hasta 40 estaciones para que la incursión tenga sentido.

Aún no hay tiempos tentativos, salvo que su participación en la distribución de gasolina suena lógica debido a su presencia en el país con 3 mil 336 tiendas en sus distintos formatos.

Como quiera en lo que hace a Walmart habrá que dar un poco más de espacio en este otro esfuerzo para diversificarse.

Hay que recordar que Walmart ya estuvo en la banca, aunque optó por vender a Banco Inbursa que dirige Marco Antonio Slim. En la misma línea se desinvirtió de los Vips y El Portón que compró Alsea de Alberto Torrado y más recientemente de Suburbia que adquirió Liverpool que lleva Graciano Guichard, operación que se completó en abril por 15 mil 700 mdp.

Así que habrá que ser pacientes para que el negocio de gasolinerías cambie su rostro.