El viernes Mikel Arriola, director general del IMSS, hará el anuncio de la Compra Consolidada de Medicamentos para 2017, por un monto cercano a los 50 mil millones de pesos. En 2015 se adjudicaron mil 350 millones de piezas en 14 procedimientos licitatorios, por un importe adjudicado de 26 mil 513 mdp, que involucraron la adjudicación de 663 claves de medicamentos de 839 claves licitadas. Ese monto se incrementó a 37 mmdp al incluir servicios de laboratorio y de traslado de pacientes.

De ahí que el anuncio sea relevante por el monto a concursar y por los cambios que se han introducido para asegurar que todos sepan por qué sí y por qué no se gana una licitación, pues pueden participar todos los proveedores de salud federal y estatales; se han integrado  18 entidades y es probable que hacia el viernes, alrededor de una veintena más (no entiendo por qué no son 32, lo que seguramente levantará la ceja de Juan Manuel Portal, el auditor superior de la Federación, pues al final los recursos del Seguro Popular son parte del gasto federalizado).

El viernes se conocerán las etapas del proceso, la fecha de publicación de las prebases de licitación, las bases y las modalidades de cada convocatoria, así como las licitaciones en reversa, esquemas para emparejar a chicos con grandes, y el cambio más novedoso es que utilizarán el mismo sistema que se sigue en el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM), conocido como “Modelo de Gobierno Abierto”, probado e implantado con apoyo del Banco Mundial y la OCDE, para reforzar la transparencia, que permite blindar el proceso frente a la acostumbrada litigiosidad mediática y judicial, reduce espacios de sospecha y elimina posibilidad de discrecionalidad o acuerdo entre concursantes.

El desafío de Mikel será entender que hoy juega fuerte la devaluación, pues los insumos importados de la industria están presentes, aun cuando se ha expandido la compra de genéricos, además de que la logística está jugando en contra porque se consolida de frente la compra pero, al mantener cada entidad compradora su clave, la distribución se hace compleja y no todas las entidades pagan en tiempo y forma al proveedor.

El objetivo es aumentar la disponibilidad de medicamentos que permita aumentar el ahorro anual acumulado (en 2015 fue de mil 600 mdp y se acumulan ya en 10 mil 862 millones en el sistema) y bajar el incumplimiento en la entrega para surtir 18 millones de recetas.