Los cambios en la fórmula de costos de los combustibles de la CFE en los últimos años, así como un mayor consumo de este hidrocarburo para alimentar a sus plantas termoeléctricas de ciclo combinado, ha vuelto sus tarifas eléctricas más sensibles a los movimientos en el precio del gas natural.

Si bien el gas natural le va a ayudar a la CFE a reducir sus costos de generación en el corto y mediano plazo, sus tarifas resienten cada vez más los cambios en los precios de dicho hidrocarburo, según un ejercicio de Grupo Reforma.

Armando Llamas, director del Centro de Estudios de Energía del Tec de Monterrey, consideró que esta situación se está replicando en otras partes del mundo y tiene tanto sus ventajas como desventajas para la empresa eléctrica.

Por ejemplo, de enero de 2014 a diciembre de ese año, previo a la entrada en operación del gasoducto Los Ramones I, había una correlación de 47 por ciento entre las variaciones en los precios del gas y los cambios en energía base e intermedia en las tarifas industriales HM, HS, HT y HT-L.

El gasoducto Los Ramones está suministrando diversas plantas termoeléctricas que opera la CFE en el norte del país.

Para el período de diciembre 2014 a diciembre 2015 esa correlación subió a 61 por ciento y en lo que va del año ya es de 93 por ciento.

Es decir, que si antes el gas subía uno por ciento, dicho aumento se reflejaba en la tarifa en 0.47 por ciento; ahora se ha elevado a 0.93 por ciento, en los precios de la electricidad para las empresas.