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Resalta CEESP medidas para reforzar la macroeconomía
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)
destacó que esto debería permitir generar un entorno que ayude a conducir a la
economía por un camino hacia un mayor dinamismo en el mediano y largo plazo.
Refirió que el 11 de abril pasado el Banxico informó que su resultado neto
ascendió a 378 mil 235.8 millones de pesos durante el ejercicio 2015, de los
cuales decidió canalizar 109 mil 142.0 millones de pesos a incrementar su
reserva de capital y otros 30 mil millones de peso para incrementar la reserva
de revaluación de activos.
Los restantes 239 mil 093.8 millones de pesos, que constituyen el remanente de
operación, se entregaron de manera íntegra al Gobierno Federal, como lo marca
el artículo 55 de la ley del Banco de México, añadió en su reporte semanal
Análisis económico ejecutivo.
La buena noticia al respecto, agregó, es que esta será la primera ocasión en
que este monto, contabilizado como ingreso no recurrente, tendrá un destino
específico sin la posibilidad de utilizarlo, al menos directamente, de manera
discrecional en gasto improductivo que no tenga ningún efecto positivo sobre la
salud de las finanzas del país.
Según los cambios realizados en 2015 a la Ley Federal de Presupuesto y responsabilidad
Hacendaria en su artículo 19 Bis, del remanente de operación que el Banxico
entere al gobierno federal, cuando menos 70 por ciento se deberá destinar a la
amortización de deuda pública y el monto restante se asignará al Fondo de
Estabilización de los Ingresos Presupuestarios.
Sobre el destino del remante del Banxico, la Secretaría de Hacienda informó que
del total de 239 mil millones de pesos enterados, 167 mil millones de pesos (70
por ciento del total), se utilizarán para recompra de deuda del gobierno
federal y para disminuir el monto de colocación de deuda durante 2016.
Al respecto, apuntó, el gobernador del Banxico, Agustín Carstens, dijo que esto
podría hacer que la deuda pública disminuyera entre 0.8 y 1.0 por ciento del
PIB, lo que significaría una excelente señal en cuanto a la disponibilidad de
las autoridades hacendarias por hacer lo posible para sanear al máximo las
cuentas públicas.
El organismo de investigación y análisis del sector privado estimó que este
efecto se daría si el total de los 167 mil millones de pesos se destinara
íntegramente a la recompra de deuda, pero según su distribución, solo 103 mil
millones de pesos se emplearán para ello.
Indicó que los otros 64 mil millones de pesos se utilizarán para que el
Gobierno Federal disminuya su colocación de deuda en el mercado local, lo cual
no implica el pago de deuda, sino simplemente reduce la posibilidad de
aumentarla al incrementar la disponibilidad de recursos.
De esta manera, el efecto sobre el total de compromisos del sector
público estaría rondando el 0.5 por ciento del PIB, porcentaje inferior al
estimado por el Banco de México, agregó el CEESP.
Consideró que reducir la deuda total del sector público en menos de un punto
porcentual del PIB es insuficiente, después de que en los últimos cuatro años
se ha incrementado en cerca de 10 puntos del producto, 20 veces más que el 0.5
por ciento en que podría reducirse este año.
Señaló que del 30 por ciento restante del remanente, 70 mil millones de pesos
se destinarán al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y 1.7
mil millones de pesos para pagar aportaciones pendientes a organismos
internacionales.
Si bien las señales que se perciben de estas medidas son buenas, es
fundamental que la flexibilidad que esto representa para las cuentas públicas
se refleje realmente en una asignación eficiente y transparente de los recursos
públicos, subrayó.
En este entorno, un aspecto que preocupa dentro de las finanzas públicas, es la
situación de PEMEX, que con la significativa caída de los precios del petróleo,
quedó en evidencia el desequilibrio estructural que inició desde hace ya varios
años, anotó.
Precisó que por ley era imposible que parte del remante del Banxico se utilizara
para inyectarle a PEMEX, pero la flexibilidad presupuestaria que generó el
ajuste al gasto público y el remanente del banco central, permitió diseñar
mecanismos para dotar de recursos a PEMEX con el objetivo de fortalecer su
posición financiera.
Así, expuso, el 13 de abril la Secretaría de Hacienda dio a conocer las medidas
de apoyo del Gobierno Federal a PEMEX, las cuales le darán liquidez por 73.5
mil millones de pesos.
Estas consisten en una aportación patrimonial a PEMEX por 26.5 mil millones de
pesos y otros 47 mil millones de pesos que provienen del intercambio de un bono
que se le otorgó a la empresa petrolera en 2015 por títulos negociables para el
pago de pensiones y jubilaciones.
Además, se modificó el régimen fiscal de Pemex para permitirle una mayor
deducción de costos, pues se ajusta el precio promedio del crudo que se utiliza
para calcular el derecho que paga al erario, al pasar de un promedio de tres
dólares por barril a 6.10 dólares para lo obtenido en pozos en aguas someras y
8.30 dólares para pozos en tierra.
Con esto, se estima que al ahorro de PEMEX podría ser de 50 mil millones de
pesos y de esta manera, el apoyo total para la empresa petrolera sumaría 123.5
mil millones de pesos.
El organismo resaltó que los apoyos a PEMEX están condicionados a que reduzca
su pasivo circulante, deuda con proveedores y contratistas en los 73.5 mil
millones de pesos de apoyo directo que recibe por parte del Gobierno Federal.
Consideró que PEMEX tiene un arduo trabajo que hacer para lograr un acuerdo que
modifique el contrato colectivo de trabajo y permita una disminución de las
obligaciones por concepto de pensiones y jubilaciones en el mediano plazo,
además de los avances que logre en el pago de sus adeudos a proveedores, que
son parte de las condicionantes de los apoyos que recibe.
Es evidente que se requiere un programa de reingeniería total y reestructura en
PEMEX, que además contribuya a dar solución al déficit de más de 100 mil millones
de pesos al año en el sistema de refinación, abundó.