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Quieren 4 compañías hacer química con PEMEX
La crisis de liquidez que
enfrenta PEMEX aumenta la posibilidad de que busque alianzas en varios de
sus proyectos petroquímicos con la iniciativa privada, donde cuatro firmas
tienen posibilidad de tener negocios con la empresa productiva del estado.
Aunque compañías
como Alpek, Mexichem, Cydsa y Braskem-Idesacuentan con
una larga relación con la firma que dirige José Antonio González Anaya,
la reforma energética y la necesidad de hacer rentables
las refinerías y complejos petroquímicos, han abierto nuevas
oportunidades de negocio para estos grupos.
“La crisis (de PEMEX) nos permite usar toda la capacidad de los activos y
buscar alianzas estratégicas. Tenemos 77 terminales, más 20 mil kilómetros de
tubos, tenemos 6 refinerías, 9 complejos procesadores de gas y 4 petroquímicos,
y toda esa infraestructura está sujeta a alianzas estratégicas con empresas
privadas”, dijo Alejandro Martínez, exdirector de PEMEX Transformación
Industrial durante el foro Energy México 2016.
Mexichem cuenta con una sociedad estratégica con PEMEX en el
complejo petroquímico Pajaritos, el cual considera Antonio Carrillo Rule, CEO
de la compañía, como un ejemplo exitoso de alianza entre privados y PEMEX.
Su división Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), en la cual tienen el negocio
con PEMEX, generó por primera vez una utilidad de operación de 14 millones de
dólares en 2015. “Estamos interesados. Depende de la forma y de cómo quieren
que sean las asociaciones, pero sí hay interés en participar más con ellos en
cosas que haga sentido a nuestro negocio”, comentó Carrillo Rule sin detallar en
qué activos pudieran trabajar.
La firma de plásticos Alpek estudia desde el año pasado una alianza con PEMEX para la producción de glicol de etileno, con una inversión de mil 500 millones
de dólares. El glicol de etileno es utilizado como anticongelante, difusor de
calor y compuesto para poliéster.
Esta compañía es parte del conglomerado Alfa y cuenta con varios contratos de
servicio en campos de gas para PEMEX, pero con la reforma energética analiza la
posibilidad de convertirlos a producción compartida.