En los últimos cinco años, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha anunciado la perforación exitosa de pozos exploratorios que le han permitido incorporar yacimientos con reservas totales de 5,846 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y una producción potencial de más de 311,600 barriles diarios, mismos que desarrollará con distintas estrategias, que van desde el uso de recursos propios hasta los nuevos esquemas de asociación de la reforma energética.

En términos de incorporación de reservas totales (probables, más probadas, más posibles, o 3P con un potencial de éxito comercial de 90%), las reservas incorporadas en tierra, aguas someras y profundas, equivalen a 24% de las reservas de este tipo cuantificadas en el país hasta el 1 de enero del 2016. En tanto, la producción potencial que la estatal ha cuantificado en estos campos es por lo menos 15.5% del volumen que hoy en día extrae en el país.

El mayor número de hallazgos anunciados, en lo que va de esta administración y desde finales de la pasada, corresponde a yacimientos en el área de Cinturón Plegado Perdido, cercana a la frontera marítima con Estados Unidos en aguas profundas del Golfo de México.

Ahí, la estatal ha anunciado la perforación exitosa de los pozos Supremus, Maximino, Exploratus, Cratos y recientemente Nobilis, que cuentan en conjunto con reservas por poco más de 1,000 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y para los cuales Pemex tiene planes de desarrollo mediante farmouts en los que incluso la estatal podría fungir como operador, según la Dirección de Asociaciones de la subsidiaria Exploración y Producción. Además, en el 2012 Pemex perforó el pozo Trión, que cuenta con reservas 3P de 485 millones de barriles y que en diciembre licitará la Comisión Nacional de Hidrocarburos para hasta tres socios de la estatal, que tendrá una participación de 45% en el proyecto y comenzará a invertir por lo menos hasta el 2023, dados los acarreos de las inversiones realizadas.