Moodys ratificó la calificación de Pemex, al considerar que cuenta con una suficiente solidez crediticia y una buena cantidad de reservas. Sin embargo, insiste en que la fuerte carga impositiva y su alto apalancamiento financiero siguen afectando a la empresa, y que de mantener esta tendencia podría deteriorar su perspectiva.

La agencia menciona que las calificaciones de la petrolera consideran los desafíos relacionados con la producción, la cual sigue cayendo e incluso se prevé que para este año sea menor a los 2 millones de barriles por día, debido al declive de los yacimientos por menores trabajos de exploración. 

CONTRATO 

Pemex suscribió ayer los contratos con la empresa estadunidense Tesoro para que ésta utilice la capacidad de transporte por ducto y almacenamiento de la empresa productiva del Estado en Sonora y Baja California.

La apertura de pagarés para 2027 y 2047 no modifica la percepción de Petróleos Mexicanos (Pemex), por ello Moodys mantiene su calificación en Baa3, pues considera que cuenta con una suficiente solidez crediticia y una buena cantidad de reservas, sin embargo, insiste en que la fuerte carga impositiva y su alto apalancamiento financiero siguen afectando a la empresa, y que de mantener esta tendencia podría deteriorar su perspectiva.

Menciona que las calificaciones de la petrolera nacional también consideran los desafíos relacionados con la producción, la cual sigue cayendo, e incluso se prevé que para este año sea menor a los 2 millones de barriles por día debido al declive de los yacimientos por menores trabajos de exploración.

Del mismo modo, el crudo extraído es de menor calidad, que sumado a los bajos precios del crudo y los recortes a su presupuesto han limitado la capacidad de la empresa para invertir eficientemente.

Ante esto, menciona que la perspectiva negativa para las calificaciones de Pemex podría deteriorarse aún más, sin embargo, si la empresa logra revertir la tendencia actual de aumento en sus deudas y muestra indicios de que puede mejorar su perfil operativo y financiero en el mediano plazo, podría alcanzar una perspectiva a estable.

El aumento de la preocupación por la liquidez, el aumento adicional del material en el apalancamiento financiero o el deterioro significativo de la producción podrían resultar en una rebaja de las calificaciones y deuda de Pemex, advirtió Moodys.

Aunque la empresa cuenta con el apoyo del gobierno federal, una reducción en la calificación del país también la afectará de manera significativa.

Las calificaciones de Pemex se basan en la evaluación de crédito base B3 de la compañía, que indica la opinión de Moodys sobre su solidez crediticia autónoma y considera las grandes reservas de hidrocarburos probadas de la compañía.

Sin embargo, la evaluación de crédito independiente de la compañía y sus calificaciones se ven afectadas por una fuerte carga impositiva, un flujo de caja débil y un alto apalancamiento financiero.