Uno de los temas controversiales en nuestro país es el de la construcción de gasolineras, pues el desconocimiento de la mayoría lleva a pensar que son negocios de alto riesgo y que de alguna manera ponen en peligro a los ciudadanos que habitan en los alrededores.

No es verdad. Lo cierto es que hay negocios mucho más peligrosos, como taquerías, antojerías o rosticerías, donde las instalaciones de luz y gas no siempre son las óptimas y la supervisión depende de los ayuntamientos.

Sin embargo, no tienen mala fama y la gente no percibe el riesgo que representan. Así las cosas, es común y sencillo incendiar a una comunidad con la supuesta amenaza de contaminación o peligro que representa la construcción de una gasolinera en las cercanías, casi siempre con un interés oculto.

Eso es lo que ocurre en Zinacantepec, donde la Asociación Civil Unión de Pueblos Mexiquenses señala que la construcción de una estación de servicio en el Ejido San Cristobal Tecolit es un foco de contaminación de agua.

En realidad, esta obra apenas está en su primera etapa, con un avance incipiente, por lo que no hay lógica en el señalamiento, eso sin mencionar que los integrantes de esta organización habitan en San Juan de las Hurtas, no en el lugar donde estará la gasolinera. Además, el proyecto cumple con las especificaciones que la Norma Federal exige y está bajo la supervisión de PEMEX, que es la instancia que revisa este tipo de negocios desde que inician trámites para obtener permisos hasta el día del arranque de operación y todo el tiempo que están en funcionamiento.

Y es que las autoridades de los tres niveles de gobierno son muy minuciosas en la revisión de este tipo de obras, mientras que las medidas de seguridad son tan estrictas que señalan el grosor de los tanques metálicos que contienen la gasolina, además recubiertos por concreto de 15 centímetros en paredes, techo y base. PEMEX exige además tuberías de conducción herméticas, también recubiertas por trincheras de concreto.

Es decir que no existe posibilidad de escurrimientos. También tienen sistemas que bloquean el flujo de combustible, en caso de incendio y de recuperación de vapores que evita la emisión de gases dañinos, de manera que tampoco hay contaminación al aire.

En suma, las gasolineras son de los establecimientos más seguros que hay y de los más vigilados por las autoridades, de manera que su mala fama es gratuita, debido a que este tipo de información casi nunca se difunde.

En el caso de San Cristobal Tecolit pareciera que alguien quiere evitar la competencia en la venta de gasolina en Zinacantepec, donde incluso hay una estación de servicio más cerca de los cuerpos de agua en cuestión y nunca ha tenido conflicto de contaminación o riesgo alguno para los vecinos.

Los empresarios que construyen la gasolinera tienen años de experiencia en este tipo de negocios y cumplen con las medidas de seguridad que exige la norma, así como con los permisos adecuados. Pretenden invertir en ese municipio y crear empleos para la comunidad. ¿Quién y porqué se opone a eso?