Entre las 10 centrales de gasolina que surten de combustible a la capital de Guanajuato hay cuatro marcas incluida la de Pemex, que pueden ofrecer estos servicios, las otras son: Oxxogas, MegaGas y Shell, de reciente apertura.

Aunque el precio apenas varía en centavos de una a otra central se busca atraer a los clientes con recompensas en productos como sillas portátiles o juegos vasos a cambio de puntos de servicios, como en caso de MegaGas. 

Es un nuevo esquema, un esquema que se ha estado modificando en el que se pueden instalar gasolineras que tengan otros nombres, “pero Pemex es el que sigue vendiendo el producto; ahorita todas las surte Pemex”, afirma el empresario gasolinero Eduardo Knapp Aguilar.

Ante esta nueva realidad de oferta y demanda de combustibles, los empresarios de Guanajuato hicieron una agrupación, “para darles la batalla a esas empresas que vienen con inversión internacional o nacional”.

Por ejemplo señaló que empresas como OxxoGas, que quieren seguir el esquema de sus tiendas e instalarse en todo el estado, “su idea es tener 100 gasolineras en el estado en un futuro y nosotros, los que tenemos una gasolinera, nos íbamos a ver desprotegidos porque no íbamos a poder competir”.

Explicó que entonces hicieron una SAPI, una Sociedad Anónima Protectora de Inversión, la Organización de Petroleros del Bajío, de la cual es secretario, “ya somos 230 gasolineras en el estado de Guanajuato, las que vamos a trabajar como un consorcio para competir, inclusive se está viendo la posibilidad de sacar nuestra marca propia y poderle comprar al que nos venda la gasolina más barata”.

Esta asociación tiene alrededor de 6 meses que se fundó y están observando cómo está evolucionando el tema y cómo serán las reglas del juego, con las nuevas empresas.