De los tres asuntos que afectan de manera importante a los industriales de la radio, más de 1,200 en la República Mexicana, dos tuvieron respuesta aparente en el primer día de los trabajos de la 89 Convención de la CIRT, que encabeza Edgar Pereda.

Lástima que no estuvieron representantes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza Luis Videgaray, porque aun cuando el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), cuyo pleno preside Gabriel Contreras está participando en el grupo técnico que revisa el monto de la contraprestación que se está solicitando para refrendos, quien tiene la última palabra es el equipo de Messmacher.

 No obstante, causó un pequeño respiro, (pero escéptico) el que el comisionado presidente asegurara que se dará certidumbre a las empresas al momento de fijar el valor de la contraprestación, tanto para no sobrevaluar las frecuencias al momento de que se prorroguen como en la autorización de migraciones de AM a FM relacionada con el acortamiento de la separación de bandas de 800 Mhz a 400 Mhz, en las ciudades con menor disponibilidad de espectro.

 Pero no hay marcha atrás, ni en las licitaciones de frecuencias (la que está en curso es genial porque se llega al extremo de abrir licitar radiodifusoras en FM en plazas de siete mil personas en el estado de Chiapas, lo que hace muy cuestionable la viabilidad económica de esa estación).

En fin. Yo le comenté en días pasados que se estaban buscando acercamientos para resolver el tema de la contraprestación, yContreras dio un indicio: al menos están revisando los topes poblacionales que se incluyeron en la fórmula para definir el monto de la contraprestación para las concesiones que deben renovarse a partir de este año.

De hecho, el que llevó la voz cantante en los temas que ocupan y preocupan a los empresarios de la radio, fue el presidente del Consejo Consultivo de la CIRT, Óscar Morales, pues de no reducirse y simplificarse los criterios para definir la entrada de nuevas radiodifusoras comerciales de FM, estableciendo, exclusivamente, parámetros poblacionales, advierte que puede generar afectaciones económicas a la industria de la radiodifusión y a la libertad de expresión e información. Y el tema es simple.

Para un referendo se incrementó la exigencia ¡en seis veces! y en una exhibición, y aunque ponen a Jacques Rogozinski de Nafin como el gran proveedor de crédito para pagar a plazos, es como si no supieran que ello implicaría duplicar el monto de la contraprestación porque las tasas de Nafin no son un donativo ni un regalo de Navidad.