
Cuenta Corriente- Alicia Salgado
La preocupación que ha generado la baja en
el precio del crudo a menos de 20 dólares el barril, se origina en un gran
vacío de información: nadie entiende en los mercados ni acreedores ni
inversionistas cuál es el grado de compromiso que tiene el Gobierno Federal con
la empresa dirigida por Emilio Lozoya.
La razón es que si le ha dejado rascarse
con sus uñas para el pago de proveedores de la empresa, en medio de un proceso
de achicamiento forzado de su impresionante estructura, no hay claridad sobre
si el gobierno respaldaría como hasta ahora a PEMEX, en caso de que la presión
fuera mayor, para que continúe sirviendo en tiempo y forma su deuda.
Y bueno, también todos saben que para Luis
Videgaray, Secretario de Hacienda, el encaje fiscal sobre las finanzas de PEMEX
representa aún 19% del ingreso fiscal total, y súmele el IVA y el IEPS de
combustibles para que observe la verdadera dimensión.
Pero a la inquietud la respuesta es simple.
Al menos de PEMEX, el gobierno mexicano es propietario en 100 por ciento de sus
acciones y está manteniendo un adecuado ritmo de inversiones considerando la
rentabilidad, sólo que se ha tardado tanto en la emisión de los farm outs, y en
dar a conocer el cómo los ejecuta, que ni las
acciones de monetización de activos para mejorar su flujo, convencen al
más pintado.
PEMEX ha recortado gasto, se ha hecho un
proceso de fitness, pero poco se sabe de ello, y como le dije ayer, se firmó
con la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (AMIPE) un acuerdo de
principio para regularizar adeudos y también para subirlos a su carro de
“responsabilidad social y sustentabilidad”, pero no acaba de conocerse cuándo y
cuánto será el pago para regularizarlos.
Recuerde que PEMEX tiene un perfil de deuda
bueno, pero la estimación para 2016 era que su plataforma de exportación se
ubicaría en mil 91 millones de barriles al día y que el precio de petróleo de
referencia estaba en 50 dólares y en 15.90 la referencia del tipo de cambio.
Con excepción del primero y la plataforma
productiva en 2.2 millones de barriles al día, la expectativa ha variado, sobre
todo porque no se ve por dónde este año, pueda corregirse una sobreoferta
mundial de crudo de 1.5 millones de barriles diario y menos con la entrada de
Irán al mercado de pesados, en el que México domina.