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Cuenta corriente - ¿Y el argumento final?
En la CIRT, que preside Rubén Pereda, y especialmente en el Grupo de Radio
que está integrado por 777 concesiones, se encuentran sorprendidos por los
“cambios de política” que unas veces es regulatoria y otras fiscal, sin que
medie un argumento razonable y menos el diálogo, cuando la “orden comunicada”
se realiza.
Contrasta sobre todo por la impresionante apertura y capacidad de
diálogo que ha desarrollado la Coordinación Económica del presidente Peña a cargo del secretario de Hacienda y
Crédito Público, Luis Videgaray, con el Consejo Nacional de
Productividad.
Apenas el viernes, hablando de industrias como autopartes, automotriz,
comercio, textil-vestido, zapato, tequilera y otras tantas, se “ha pasado de la
mera retórica y realización de diagnósticos a la formulación de recomendaciones
concretas y establecimiento de compromisos reales que contribuirán a alcanzar
objetivos específicos en el fortalecimiento de sectores estratégicos, haciendo
así posible la democratización de la productividad”.
Fíjese: las concesiones de radio y televisión antes de 2008 se
refrendaban de manera gratuita, siempre y cuando se cumpliera con ciertos
requisitos (lo más importante era el uso público de horarios y frecuencias para
difusión de programas de gobierno y políticos).
A partir de 2009 cambió la
política y comenzaron a aplicar el pago de una contraprestación por la prórroga
de las concesiones.
La entonces Comisión Federal de Telecomunicaciones aprobó el refrendo de
varias concesiones y notificó a los concesionarios la aceptación de condiciones
y el monto de la contraprestación, la cual dejaba la opción de pagarla en una
sola exhibición o bien, en anualidades con un cargo anual de 10.11 por ciento.
Sin embargo, a partir de este 2016, se ha informado en forma verbal a los
concesionarios (no hay una comunicación escrita ni un argumento que acompañe la
racionalidad del cambio) que no habrá pagos en anualidades y los concesionarios
que vayan a recibir su prórroga, deberán pagar el monto de la contraprestación
en una sola exhibición.
De pilón hay de dulce y de manteca en temporalidades
(diez, 12, 15 años).
La
única opción, para variar, puesta sobre la mesa por el equipo de la
Subsecretaría de Ingresos que encabeza Miguel Messmacher, es que quienes necesiten un
financiamiento para el pago de la contraprestación se les “apoyará” para
obtener “créditos de Nafin con tasas razonables o bancarios”, pero desde luego
la SHCP y el IFT “no pueden autorizar el pago en anualidades” .
Y en la racionalidad no se considera el tamaño del impacto económico que
tienen los grupos de radio (con penetración del 100% en la población del país
(la TV abierta penetra en 85%), con la carga de pautas políticas y de
propaganda gubernamental que, en temporadas como la actual, provoca una caída
de la publicidad comercial.
Es tal la saturación y el desprestigio de la
política, que muy pocos anunciantes aceptan la difusión ante el riesgo de que
se les relacione con políticos y partidos.
¿Por qué ahora no es legal que se
pague por el uso de las concesiones en función de los años de vigencia de la
misma? En la ley nada cambió en radio, entonces, ¿por qué cambió el criterio?