El año pasado, ese país vendió gasolinas a México por un monto de 20 mil 666 millones de barriles, a un precio promedio de 50 centavos de dólar.

Esto significó la erogación de 12 mil 954 millones de dólares.

De esta forma, Estados Unidos se consolidó como el mayor proveedor de gasolinas para México y sus ventas representaron 81 por ciento del total de las compras de gasolina del País. Un año antes, su aportación fue de 75.1 por ciento.

Otra economía que destaca como proveedora de gasolina para México es la de los Países Bajos. Durante 2015 esta entidad contribuyó con 15 por ciento del abastecimiento externo de este combustible.

El restante 3.67 por ciento de las importaciones del petrolífero fueron aportadas por otros 16 países.

La dependencia mexicana respecto de la gasolina estadounidense es real.

Esto significa que no sólo crecen las importaciones provenientes de aquel país, sino que más de la mitad de la gasolina que se vende en México viene del exterior, y durante el último año se vio reforzada esa tendencia.

De acuerdo con cifras de Pemex, durante el año pasado las ventas internas de gasolina ascendieron a 792 mil 800 barriles por día, de los cuales 427 mil 100 barriles llegaron del exterior.

Esto significa que el año pasado, el 53.9 por ciento de la gasolina vendida en el País no se produjo internamente. 

Un año antes la importación representó 47.7 por ciento de las ventas internas del petrolífero.