Con la transición de precios máximos de las gasolinas y el diesel al libre mercado, en los próximos meses las estaciones de servicio tendrán que adaptar nuevos esquemas de operación: tableros electrónicos que podrían mostrar varios precios al día, personal que administre reportes al regulador y nuevos servicios para facilitar pagos, entre otros.

Esto inevitablemente aumentará sus costos administrativos, pues algunas de estas medidas las están tomando desde hace tiempo, coincidieron empresarios y directivos del sector.

Señalaron que la prioridad estará en ofrecer el mejor servicio al consumidor y, una vez liberados los precios, brindarles estabilidad en los mismos como parte de su política de calidad.

Aunque parte de las características de las gasolineras en Estados Unidos se podrán ver en México, algunas otras serán reflejadas en el largo plazo, como el hecho de que es muy probable que seguirán contando con despachadores.

Tendríamos prácticamente que duplicar el tamaño de nuestras estaciones para que éstas fueran self service. Hoy en la mayor parte tenemos muchas veces saturación y eliminar los despachadores para reducir sólo unos centavos en el precio final tal vez no sea lo que muchos consumidores prefieran, expuso Rolando Vázquez, director general de Oxxo Gas.


Realmente no habría mucha diferencia, aunque podría probarse el esquema en unos años, cuando ya tengamos más condiciones de certeza en cuanto a otras cosas, como el posicionamiento de la marca.

Oxxo Gas cuenta con alrededor de 150 gasolineras en el área metropolitana de Monterrey y prácticamente en 50 de ellas ya está mudando a la nueva imagen que involucrará otros servicios.

Petro-7 cuenta con un plan de inversión de más de 200 millones de pesos en la renovación de 45 estaciones este año, que conllevarán nuevos sistemas de medición de despacho y programas de lealtad, entre otros, afirmó Luz María Gutiérrez, directora de la firma gasolinera.

Estos cambios nos permiten prepararnos para cuando la verdadera competencia en precios surja el próximo año y podamos diferenciarnos aún más, teniendo proveeduría de otras empresas y no necesariamente sólo de Pemex, como lo es hoy.

Tanto Vázquez como Gutiérrez coincidieron que las gasolineras futuras puedan incluir otro tipo de combustibles, como gas natural vehicular, como modelo de negocio.

Gerardo Cantú, socio de Petrorack y transportista, consideró que cuando se liberen realmente los precios de las gasolinas buscarán proteger al consumidor de las variaciones de precios, reflejando condiciones de compra que cada empresa pueda realizar en un futuro con un proveedor que no necesariamente sea Pemex.

Si bien la liberación es necesaria, eso no nos exime a nosotros de defender a los consumidores por las variaciones al alza en el precio.

Yo necesito conseguir un mecanismo que nivele el precio al alza y si es a la baja, instrumentos de cobertura que me permitan recuperar el valor de mis inventarios cuando es demasiado bajo.