
Tendencias globales para el sector energético
Los retos que existen en la actualidad alrededor del mundo
son inconmensurables, sin embargo, la inventiva humana ha sido clave para
resolver cualquier situación que se presente, ya sea natural, provocada
deliberadamente o, en todo caso, consecuencia directa de nuestros actos.
El sector energético no es la excepción.
Hoy día, conflictos bélicos, comerciales, crisis climática,
pandemias, disminución de recursos hídricos, políticas públicas con tendencias
populistas y consumistas, proveen un clima de incertidumbre ante la gran
industria energética mundial y regional; sin embargo, una visión clara de los
avances tecnológicos, así como las tendencias doctrinarias sobre consumo y
conservación de recursos, nos brindan la posibilidad de generar una planeación
que mitigue los riesgos propios del contexto en el que se vive actualmente.
Por ello, aprovechando los dos últimos meses del año, se
realiza un trabajo conjunto de análisis sobre la situación energética actual y
la visión hacia un futuro inmediato.
Como se dijo, históricamente la innovación tecnológica, las
nuevas demandas sociales y los cambios de patrones de económicos han modificado
la forma de producir y consumir energía, adentrándonos hacia el 2050, el sector
energético se verá modificado por las tendencias globales que se vislumbran
para los próximos años y de los cuales abordaremos algunas de las más
relevantes identificadas por organismos internacionales de energía y clima.
Así, en esta ocasión se detallarán 9 puntos que los autores
de estas líneas consideran de primordial importancia para observar en el
desarrollo de proyectos energéticos en el presente, con miras al futuro:
Crecimiento poblacional: Este 2022, la población mundial
alcanzará los 8 mil millones de habitantes y, para 2050, este número será 10
mil millones de habitantes. Esto implica un crecimiento exponencial de la
demanda dado que más población se encontrará en polos en desarrollo que se
caracterizan por un uso más intensivo de la energía.
Mayor conectividad: En la última década el mundo ha vivido
una explosión de conectividad en todo el mundo, lo cual requiere sistemas de
comunicación en tiempo real más veloces para satisfacer una creciente demanda
de conectividad para comunicaciones, esto, a su vez, se traduce en un
incremento de la demanda por parte de sistemas inteligentes interconectados.
Industria 4.0 y más allá: Los sistemas de producción
altamente digitalizados y operando con tecnologías de comunicación que
interconecten a los centros de producción, logística y consumo que ha comenzado
a desarrollarse con la industria 4.0, se convertirán en el estándar productivo
del futuro.
Comunidades inteligentes: La hiperconectividad global no se
limita a las personas, sino hogares y transporte inteligente conectado en
tiempo real. Desde lámparas que se encienden sincronizadas cuando cae la noche,
hasta sistemas de gestión remota del tráfico de las grandes ciudades y
automóviles autogestionados sincronizados con el sistema local de control de
tráfico son los primeros pasos en la creación de comunidades inteligentes.
Como podemos apreciar, la regionalización y simplificación
de procesos con auxilio de la tecnología es un punto de gran importancia para
el desarrollo de proyectos energéticos y política pública; el aumento poblacional
obliga a una visión de sustentabilidad y bajo impacto en la generación de
residuos, así como “bajar el nivel” hacia un entorno comunitario, dejando de
lado los esquemas más amplios o masivos.
En la siguiente entrega, hablaremos de energías fósiles y
nuclear, pasando por otros puntos de interés y relevancia, esperando leernos el
próximo mes.