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Se preguntan las armadoras: ¿qué tan rápido cambiar a EVs?

Se preguntan las armadoras: ¿qué tan rápido cambiar a EVs?

Las armadoras tradicionales se han comprometido a transformar gradualmente sus líneas de vehículos a vehículos eléctricos, pero los plazos varían. Si los fabricantes de autos se adelantan a los consumidores en el lanzamiento de VEs, eso podría inflar sus costos y perjudicar las ventas de vehículos a gasolina, cuyas ganancias se necesitan para financiar inversiones en electrificación. Al mismo tiempo, quedarse atrás de los rivales en las ofertas de VEs podría costar a las armadoras la oportunidad de establecerse en un área clave de crecimiento durante las próximas décadas, señalan los ejecutivos. 

No queremos arriesgarnos a perder el mercado, declaró Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo Car AB, durante una llamada de ganancias este mes. El fabricante de autos sueco figura entre los que buscan evolucionar rápidamente hacia ser una armadora exclusivamente eléctrica y dice que ofrecerá una línea de vehículos eléctricos para el 2030.

El año pasado, el 11% de las ventas de vehículos de Volvo fueron eléctricas. Los vehículos eléctricos representaron casi el 10% de las ventas globales el año pasado, en gran parte impulsadas por Tesla Inc. y otros actores exclusivos de vehículos eléctricos, reporta la firma de investigación EV-Volumes.com. 

Empresas en todas las industrias están lidiando con una tensión fundamental sobre qué tan rápido alejar sus modelos de negocios de los combustibles fósiles. BP PLC, que durante años abogó por una revolución verde, informó este mes que retrasaría su transición a un modelo comercial de menos carbono e impulsaría la producción de petróleo y gas. Mientras tanto, los gobiernos desde Beijing hasta Sacramento están presionando a las empresas para que descarbonicen sus operaciones. La semana pasada, los legisladores de la Unión Europea aprobaron una ley que prohibirá efectivamente las ventas de vehículos a gasolina y diesel a partir del 2035. California fijó la misma fecha de eliminación. 

Los inversionistas de mentalidad ecológica también están haciendo campaña por esfuerzos agresivos para reducir las emisiones. Y los ejecutivos de autos tradicionales han visto cómo los inversionistas recompensaron generosamente a Tesla y algunos otros recién llegados que tienen una estrategia totalmente eléctrica. La valuación de las acciones de Tesla al martes era de 659 mil millones de dólares, reporta FactSet, más que la de General Motors Co., Ford Motor Co., Toyota Motor Corp. y Volkswagen AG juntas. 

La decisión sobre qué tan rápido pasar a vehículos eléctricos es importante para un fabricante de automóviles relativamente pequeño como Subaru Corp. La armadora japonesa debe medir qué tan ampliamente adoptarán sus clientes los vehículos enchufables, dijo Tom Doll, director ejecutivo de Subaru of America Inc. La base de clientes de su marca tiene mucho tiempo de ser conocida por su tendencia ecológica. Y los reguladores de todo el mundo están presionando a la industria para que se mueva más rápido, dijo. Todos estamos sintiendo la presión, aseveró Doll a principios de este mes. Tenemos que asegurarnos de que el mercado realmente se incline hacia eso. 

A muchos consumidores, en particular los de Estados Unidos, les preocupan los problemas de autonomía, dijeron ejecutivos y analistas. Y aunque la Ley de Reducción de la Inflación ha estimulado la inversión en infraestructura pública para permitir que los conductores recarguen los vehículos fuera de sus hogares, la confiabilidad de los cargadores existentes es irregular. 

Hasta el momento, las empresas automotrices y los proveedores se han comprometido a gastar más de 525 mil millones de dólares a nivel mundial de aquí al 2026 para financiar la transición a los vehículos que funcionan con baterías, de acuerdo con la consultora AlixPartners LLP. GM y Ford se encuentran entre las grandes compañías automotrices globales con las ambiciones de mayor alcance en materia de los VEs.

Ford ha dicho que espera que la mitad de sus ventas de vehículos sean completamente eléctricas para fines de la década. GM apunta al 2035 como la fecha de eliminación gradual de las ventas de motores de combustión interna para todos sus vehículos, a excepción de los más pesados. Mientras tanto, Toyota, el fabricante de automóviles más grande del mundo por ventas de vehículos, ha estado destinando menos dinero que sus rivales al desarrollo de modelos totalmente eléctricos.

En cambio, quiere ofrecer una variedad de opciones, incluyendo su especialidad, los vehículos híbridos, que combinan un motor a gasolina con una batería pequeña y un motor eléctrico para ahorrar combustible. Akio Toyoda, el director ejecutivo saliente de Toyota, ha compartido con frecuencia sus preocupaciones sobre si la industria se está centrando demasiado en los vehículos eléctricos, autodenominándose vocero de la mayoría silenciosa de la industria. El mes pasado, Toyoda dijo que dejaría el cargo de director ejecutivo en abril y daría paso a un sucesor que se comprometió a tener una mentalidad de VEs primero para ampliar su línea futura.

Aun así, Koji Sato, el director ejecutivo entrante de Toyota, ha dicho que la armadora sigue decidida a seguir una estrategia que no dependa completamente de los vehículos eléctricos. Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis NV, el fabricante de las marcas Jeep y Ram, también se ha mostrado reacio a ir demasiado rápido. En particular, ha expresado su preocupación por los reguladores que presionan a las compañías automotrices para que se conviertan demasiado rápido a automóviles que funcionan con baterías, y ha dicho que un posible desabasto de las materias primas necesarias para las baterías para producir suficientes vehículos eléctricos podría hacer que la industria se quede corta.

No sé si la gente se adaptará a un nuevo estilo de vida tan rápido como las compañías automotrices se han adaptado a una nueva tecnología, indicó Tavares el miércoles durante una llamada con reporteros para hablar de los resultados financieros del 2022. 

Mike Manley, director ejecutivo de AutoNation Inc., un grupo de concesionarios que cotiza en la bolsa, mencionó que los ejecutivos automotrices han estado hablando más con los concesionarios durante el último año sobre cuál debería ser el ritmo de la transición a los vehículos eléctricos.

No es una respuesta fácil, dijo, porque existe incertidumbre sobre el ritmo con el que los consumidores se entusiasmarán con los vehículos que funcionan con baterías. 

Al final del día, si es un problema para las compañías automotrices, indicó, es un problema para nosotros.