
¿Qué depara el futuro para el gas natural?
La disrupción, que llegó en medio de la invasión rusa de
Ucrania, hizo mella en la reputación del combustible fósil como un combustible
barato y confiable, además de generar tumulto entre gobiernos europeos para
asegurar gas de otros proveedores, entre ellos EU, con frecuencia en la forma
de gas natural licuado (GNL) transportado por barco.
Mientras tanto, algunos creadores de políticas han tomado
medidas para limitar el gas natural debido a preocupaciones sobre su impacto en
el medio ambiente.
¿Qué significa todo esto para el panorama del gas
natural?
The Wall Street Journal habló al respecto con tres expertos
en energía. Amy Myers Jaffe es directora del Laboratorio de Energía, Justicia
Climática y Sustentabilidad en la Escuela de Estudios Profesionales de la
Universidad de Nueva York, y autora de Energys Digital Future (El
Futuro Digital de la Energía).
Kenneth Medlock es profesor en la Universidad Rice y
director senior del Centro de Estudios de Energía, parte del Instituto Baker
para Políticas Públicas de Rice. Leah Stokes, cuya investigación se centra en
energía, medio ambiente y clima, es profesora asociada en la Universidad de
California, en Santa Bárbara, y autora de Short Circuiting Policy
(Políticas de Corto Circuito).
A continuación, fragmentos editados de sus respuestas.
WSJ: ¿Cómo ha afectado la invasión rusa a Ucrania -y
la escasez en los suministros de gas de Europa- el panorama para el gas
natural?
JAFFE: Países que podrían haber anticipado depender
fuertemente del gas natural, como India, Paquistán y Argentina, están haciendo
otros planes, recurriendo a energías renovables. Estados africanos recurren
cada vez más a la energía hidroeléctrica, mientras que países de Europa del
Este reconsideran la energía nuclear.
STOKES: La crisis energética sentida en Europa y más
allá ha creado un ímpetu para las políticas de energía renovable. El uso del
gas natural en toda Europa cayó en alrededor del 15% en los últimos seis meses
del 2022 y 25% en los últimos dos meses, comparando con los mismos meses un año
antes, lo que se ajusta al compromiso que hicieron los gobiernos de la Unión
Europea en julio.
MEDLOCK: El Presidente ruso Vladimir Putin propinó un
golpe enorme con la invasión a Ucrania, y las ondas que generó tendrán
repercusiones duraderas. A nivel global, el ímpetu a corto plazo es conseguir
tanto GNL como sea posible para Europa. La competencia por suministros se intensificará
con Asia y la volatilidad de precios elevados será la norma durante al menos un
par de años. Esto estimulará la inversión en nuevos suministros, pero dado que
el tiempo promedio para desarrollar capacidad de exportación estadounidense es
de siete años, cualquier cosa que inicie operaciones en el próximo par de años
será lo que ya está en desarrollo.
WSJ: Entonces, ¿qué sigue para el gas natural?
Empecemos con el panorama a corto plazo.
JAFFE: A corto plazo, el mercado de la energía
enfrenta un impacto sin precedentes en el suministro de gas natural. La pérdida
de mercado del gas natural que ya no se envía por gasoducto de Rusia a Europa
es tan grande que es como si de 15% a 20% del volumen total del GNL comerciado
globalmente desapareciera de la noche a la mañana.
MEDLOCK: En EU, el gas aún es un combustible de
equilibrio muy importante en la generación de energía y es probable que lo siga
siendo a corto plazo. A medida que la electrización continúe su ascenso
inexorable, más gas será encauzado al sector eléctrico.
STOKES: No veo al gas como complemento de las
energías renovables a corto o largo plazo. Necesitamos un cambio absoluto del
paradigma para alcanzar nuestros objetivos climáticos a tiempo en EU. Así que,
a corto plazo, debemos anticipar una desaceleración en infraestructura nueva
para gas fósil tanto en EU como en Europa.
WSJ: ¿Y a largo plazo? ¿Qué papel ven que juegue el
gas natural en EU y a nivel mundial en la próxima década o dos?
JAFFE: Hasta hace poco, el gas natural era aclamado
por sus proponentes como un combustible amigable con la ecología, cada vez más
barato con abundante suministro proyectado, más libre de interdicción
geopolítica que el petróleo o los metales. El impacto energético pone eso en
tela de juicio. Sus problemas ambientales abren nuevas interrogantes sobre si
la inversión en centros de exportación en EU puede hallar financiamiento
suficiente.
STOKES: Estoy de acuerdo. Los estadounidenses se
están dando cuenta de lo dañino que es el gas para su salud y el medio
ambiente, sin mencionar sus riesgos para la seguridad nacional y energética.
Está claro que no podemos depender del gas para dar energía a nuestros hogares
o al sistema eléctrico a largo plazo.
MEDLOCK: Las preocupaciones ambientales sobre el gas
natural son reales, pero a final de cuentas abordables. Su viabilidad a largo
plazo depende de un desempeño ambiental medido, que es por lo que vemos el
surgimiento de diversos esfuerzos de certificación (que buscan identificar el
gas que ha sido producido y entregado en formas que reducen las emisiones de
metano).
WSJ: ¿Qué impacto tendrá la aprobación de la llamada Ley
de Reducción de la Inflación (IRA) en el gas natural y su rival, las energías
renovables?
STOKES: Con la ley IRA vamos a ver que la política
federal realmente puede acelerar la descarbonización. Docenas de programas
nuevos y existentes invertirán cientos de miles de millones de dólares en
tecnología limpia, y ya que gran parte de los fondos en la ley IRA llegan a
través de créditos fiscales ilimitados, el gasto de hecho podría rebasar el
millón de millones de dólares. Las fuentes de energía renovable se convertirán
en las opciones de más bajo costo.
MEDLOCK: La ley IRA es sustancial, pero no está claro
que los impactos se inclinen tanto hacia las energías renovables. Todas las
energías bajas en carbono necesitan cadenas de suministro plenamente
desarrolladas para crecer al tamaño que anticipan los legisladores. En ciertos
casos, el gas natural juega un rol explícito en las opciones de energía baja en
carbono, como la creación de hidrógeno, el equilibrio de carga en sistemas con
alta penetración de renovables y el cambio de combustible del carbón. En cada
caso, la infraestructura existente para el gas natural puede ser aprovechada.
JAFFE: El financiamiento de la ley IRA tiene ventajas
y desventajas para el GNL estadounidense. Por un lado, la industria ahora es
mucho más seria sobre la captura de carbono y sobre proyectos de almacenamiento
bajo la legislación IRA de lo que ha sido antes, y los anuncios se han vuelto
más abiertos.