
¿Por qué el precio récord de la gasolina no se resuelve extrayendo más petróleo en Estados Unidos?
A medida que el precio del crudo y la
gasolina se dispara en Estados Unidos, los políticos de ambos partidos han
planteado una solución aparentemente fácil: extraer más petróleo para aliviar
los precios en las estaciones de servicio y suministrar energía adicional a
Europa.
¿Por qué el precio de la gasolina en EE.UU.
sube a niveles récord y por qué se mantendrá así mucho tiempo?
“El presidente debe poner fin a su guerra
contra los energéticos de Estados Unidos”, dijo el senador republicano John
Barrasso de Wyoming en una declaración reciente.
“Los republicanos han exigido
que el gobierno libere de las cadenas a los productores de energía de EE.UU.
desde que el presidente Biden asumió el cargo. Tenemos la energía en casa y
debemos usarla”, insistió.
Pero EE.UU. ya es de hecho el principal
productor mundial de petróleo crudo, con alrededor de 11,6 millones de barriles
por día en diciembre, y ese suministro ha ido aumento, dijeron expertos en
energía a CNN. El país también es el mayor consumidor de petróleo del mundo,
utilizando alrededor de 21 millones de barriles por día en 2019. Lo que
representa el 20% del total mundial.
Bajo el suelo estadounidense se encuentran
reservas probadas de petróleo que ascienden a un estimado de 38.200 millones de
barriles, las cuales aún no se han explotado, según la Administración de
Información de Energía de EE.UU. Pero existe un gran impedimento para que el
país use ese petróleo: tiende a ser más liviano y diferente del crudo importado
más pesado del que dependemos actualmente.
La idea de que EE.UU. puede ser
completamente independiente en materia de energía ––y que así combatiría el
aumento de los precios de la gasolina–– es una fantasía, advirtieron numerosos
expertos a CNN.
Lo que realmente les importa a los
estadounidenses y a los funcionarios estadounidenses es el precio de la
gasolina. Y eso no tiene casi nada que ver con si somos independientes en
términos de energía o no, explicó Bob McNally, presidente de Rapidan
Energy Group. ¿Puede Estados Unidos protegerse de la volatilidad en el
mercado mundial del petróleo?
La respuesta es no.
Es muy pronto para saber si el impacto
actual del precio de la gasolina provocará un cambio sobre la manera en que los
estadounidenses consumen petróleo. Pero, los expertos apuntan a que sí está
obligando a analizar detenidamente cómo lo usa el país.
Los precios de la gasolina y el diésel, a
más de US$ 5 por galón, se muestran en una estación de servicio en Monterey
Park, California, el viernes 4 de marzo de 2022. (Crédito: FREDERIC J.
BROWN/AFP via Getty Images)“El problema al que se enfrenta Estados
Unidos desde una perspectiva de seguridad es que dependemos del petróleo”, dijo
a CNN Sam Ori, director ejecutivo del Instituto de Política Energética de la
Universidad de Chicago. La idea de que si producimos más petróleo de
alguna manera eso ayudaría con el problema, simplemente no es cierta,
indicó.
Por qué extraer más petróleo no reducirá el
precio de la gasolina
Hay muchas razones que lo explican, pero la
más importante radica en que el petróleo es verdaderamente un producto básico
global, dijeron expertos a CNN. El costo global del petróleo determina el
precio de la gasolina en EE.UU. En ese sentido, es imposible divorciar ese
precio de la dinámica global cambiante.
Los mercados de energéticos son
globales. El mercado del petróleo incluso más que el del gas natural,
dijo la analista de energía Rachel Ziemba. “No es realista, en mi opinión,
cerrar [EE.UU.] y ser energéticamente independientes. Y decir: Lo siento,
muchachos, somos independientes y ustedes no nos importan, destacó,
Estados Unidos obtiene la gran mayoría del
petróleo crudo que importa de Canadá (4 millones de barriles por día), México
(492.000 barriles por día) y los gigantes petroleros de Medio Oriente como
Arabia Saudita e Iraq (un total de 695.000 barriles por día). Organizaciones
como la OPEP tienen una gran influencia en los precios, los cuales fluctúan
debido a los objetivos de producción.
El precio del petróleo ya estaba subiendo
antes de la guerra de Rusia en Ucrania, porque Arabia Saudita y Rusia estaban
produciendo menos combustible de lo que prometieron, reportó CNN.
Los 5 principales compradores de petróleo
ruso Todo el mundo paga el mismo precio
por el crudo, dijo McNally.
También está el hecho de que Estados Unidos
consume un tipo de petróleo diferente al que produce.
McNally comparó el tipo
de crudo ligero que produce Estados Unidos con el champán y el crudo pesado que
importa con el café.
También es importante destacar que las
refinerías de petróleo de EE.UU. se construyen para procesar este crudo
importado pesado y pegajoso, similar a separar los posos de café,
dijo McNally.
Incluso dejando de lado las
complejidades relacionadas con las calidades del crudo y las dietas o
configuraciones de las refinerías y el papel de los biocombustibles, EE.UU.
todavía necesita importar petróleo, pues los suministros internos aún se
encuentran por debajo de su gigantesca demanda de petróleo.
A pesar incluso de
haber crecido enormemente en los últimos 10 años, escribió Claudio
Galimberti, experto en mercados petroleros y vicepresidente de análisis de
Rystad Energy, en un correo electrónico a CNN.
Extracción en el campo petrolífero de
Inglewood en Los Ángeles, California. El petróleo que produce EE. UU. no es del
mismo tipo que se prepara para refinar.
El gas natural presenta un panorama
diferente. A diferencia de Europa, que depende en gran medida de Rusia para su
suministro de gas natural, EE.UU. produce casi todo el que necesita en casa. De
hecho, una de las soluciones a corto plazo para ayudar a Europa a separarse del
gas ruso es aumentar los envíos de gas natural líquido a Europa desde EE.UU.
No obstante, McNally indica que el concepto
de independencia energética no le importa a la mayoría de los
estadounidenses. Lo que importa es el precio de la gasolina y del gas en la
estaciones de servicio.
¿Y los efectos para el cambio climático de
más extracción de petróleo?
También hay fuertes implicaciones para el
cambio climático en las nuevas perforaciones. El año pasado, la Agencia
Internacional de Energía advirtió que no se deberían aprobar nuevos proyectos
de petróleo y gas si buscamos mantener el aumento de la temperatura global por
debajo de 1,5 grados. Justamente, un umbral crítico que los científicos
advierten el planeta no debe superar.
El presidente Joe Biden, los demócratas en
el Congreso y los grupos de activismo en temas climáticos también han pedido a
EE.UU. impulsar la producción nacional de energía renovable, como la eólica y
la solar. Además de llevar la industria automotriz y a los consumidores hacia
los vehículos eléctricos.
Si la mayoría de los consumidores
condujeran vehículos eléctricos, los impactos en el precio de la gasolina no
los golpearían tanto.
“Incluso si abasteciéramos todas nuestras
necesidades de petróleo y gas actuales a nivel nacional, nunca tendríamos
control total sobre el precio, porque las acciones de Putin influyen en el
precio”, explicó a CNN el senador Martin Heinrich, demócrata de Nuevo México.
Heinrich dijo que las tecnologías más limpias como las bombas de calor
eléctricas y los vehículos eléctricos cortan esa influencia.
Permisos de petróleo y gas de Biden van al
mismo ritmo que los de Trump
Los legisladores republicanos, en especial,
han criticado al gobierno de Biden por lo que han caracterizado como una agenda
energética que prioriza la acción climática y de energía limpia sobre la
perforación de combustibles fósiles.
“Se trata de reemplazar el petróleo ruso
con recursos estadounidenses y norteamericanos que esta administración ha
sofocado, seamos sinceros, en su decreto sobre tierras públicas, su decisión de
detener a Keystone”, dijo recientemente el senador republicano Rob Portman de
Ohio. Hay cosas que podemos hacer para que nuestra producción vuelva a
estar donde estaba.
En efecto, el gobierno de Biden ha puesto
más énfasis en el desarrollo de energías renovables. Su objetivo de desarrollo
de energía eólica marina, por ejemplo, va mucho más allá de lo que la
administración Obama se había propuesto lograr. Pero incluso con sus
prioridades de energía limpia, los números de permisos de petróleo y gas del
gobierno Biden hasta ahora han seguido el ritmo de los primeros años de la
administración Trump.
El gobierno de Biden aprobó 3.537 permisos
para perforaciones en su primer año, más que el número emitido por la
administración Trump en cada uno de sus primeros tres años, según un análisis
de CNN de los datos de permisos de perforación de la Oficina de Administración
de Tierras.
La administración Trump aprobó 2.658 permisos en 2017, 3.332 en
2018 y 3.415 en 2019, antes de acelerar el número de aprobaciones a 5.367 en
2020.Biden detuvo el ritmo de nuevos
arrendamientos de petróleo y gas al comienzo de su administración. Pero, esa
pausa se acabó después de que un juez federal en Louisiana bloqueara la medida.
Y el retraso más reciente en los permisos de petróleo y gas se debe una demanda
presentada por fiscales generales republicanos.
Ahora, el gobierno está atrapado entre su
objetivo a corto plazo de bajar los precios de la gasolina y su objetivo a
largo plazo de instalar más energía limpia y vehículos afines, y reducir las
emisiones de carbono.
“Creo que lo que están tratando de hacer
ahora es reconocer que existe un objetivo a corto plazo de reducir la
dependencia global de la energía rusa”, dijo Ziemba.
Eso significa
encontrar suministros adicionales de petróleo y gas de otras jurisdicciones,
incluso en casa, al igual que cambios en la conservación y el consumo y el
despliegue adicional de energía más limpia.