
Perspectiva legislativa 2020 del sector energético
El Poder Legislativo, como el arquitecto del andamiaje jurídico de las políticas públicas del Estado mexicano, también autoriza el presupuesto de la administración pública y los fiscaliza, además de aprobar la matriz de planeación del gobierno federal contenida en el Plan Nacional de Desarrollo.
Bajo esta perspectiva, se ha establecido una colaboración en materia energética entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, confluyendo en un mismo objetivo: la seguridad energética, es decir, la capacidad de satisfacer en el presente y el futuro de la demanda nacional de energía de manera oportuna, suficiente y sustentable.
En esta dinámica de cooperación entre ambos poderes, la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados sometió el apartado energético del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 al Parlamento Abierto, retroalimentando y enriqueciéndola.
Para coadyuvar a la estabilización y repunte de la producción petrolera, que para enero de 2020 promedió un millón 740 mil barriles por día, a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, se aumentaron los recursos al sector energético en 2019 por 12.66 por ciento con respecto a 2018, y para 2020 por 5.53 con relación a 2019. Además se redujo la carga fiscal de Pemex con la reforma de la Ley Federal de Ingresos sobre Hidrocarburos.
Por la complejidad y la incertidumbre propia de los proyectos energéticos, requieren de grandes inversiones a largo plazo, además de certeza y certidumbre jurídica, la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados, ha sido la garante de mantener intacta la reforma energética, la cual tiene plena vigencia y es el andamiaje jurídico sobre el que se conduce la actual política energética del país.
Por: Manuel Rodríguez González
Teniendo como punto de partida todo lo anterior, la Comisión de Energía a partir del Programa de Trabajo 2019-2020, aprobado por los diputados de las diferentes fracciones parlamentarias que integran dicho órgano colegiado, ha establecido una agenda de trabajo para este 2020, destacando las siguientes líneas de acción:
Fortalecer el trabajo coordinado con la Secretaría de Energía, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, así como con los órganos reguladores, para continuar coadyuvando en lograr los objetivos trazados en la política pública energética.
Continuaremos apoyando y promoviendo la participación de la iniciativa privada en el sector energético, lo cual es indispensable para alcanzar las metas trazadas en la cadena de valor de los hidrocarburos y en el sector eléctrico.
Se tiene contemplado organizar dos seminarios, el primero sobre las tecnologías para explotar los recursos convencionales y no convencionales con eficiencia y sustentabilidad, con el objetivo de revertir nuestra dependencia energética; el segundo, versara sobre las energías renovables. Ambos seminarios y el de hidrocarburos realizado en 2019, se traducirán en un libro de divulgación.
Continuaremos trabajando para fomentar el cumplimiento regulatorio, la estandarización y mejora de los procesos de medición en el sector; por tal efecto, exhortamos a la CNH y a la CRE para que vigilen de manera permanente el cumplimiento de la regulación en materia de medición de hidrocarburos, lo cual tiene un impacto directo en los ingresos que capta el Estado.
Avanzar hacia un federalismo energético, planteando la necesidad de que la reactivación del sector energético se lleve a cabo de manera simultánea con la reactivación económica de las regiones petroleras del sureste, donde se registra el mayor desplome económico y las tasas más altas de desempleo, dando apertura a las empresas locales y regionales.
Con el objetivo de convertir a la política pública del sector energético, en una verdadera política de Estado, cuya planeación se establezca a largo plazo y esté exenta de los vaivenes transexenales, se han presentado dos iniciativas, la primera para crear el Centro de Estudios de Análisis y Desarrollo Energético, para conformar un núcleo de investigadores de alto perfil, que sea un soporte técnico permanente del trabajo legislativo de los diputados.
La segunda iniciativa presentada se denomina Ley de Planeación Energética para la Continuidad Homogénea, cuyo propósito es dar certidumbre y continuidad a la política energética en el mediano y largo plazos.
Por: Manuel Rodríguez González