
Pemex adeuda casi 9.000 millones de dólares a proveedores y contratistas
Octavio Romero Oropeza, el director de la petrolera, ha
prometido que la siguiente semana comenzarán a saldar su deuda con los
contratistas.
El nudo financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex), con una
deuda total de más de 100.000 millones de dólares, pasa también por el impago
millonario de más de 8.820 millones a contratistas y proveedores, un lastre
derivado del atraso de pagos hasta por seis meses a un millar de compañías en
los Estados de Campeche y Tabasco. Las empresas petroleras, al punto de
quiebra, han exigido durante meses una respuesta a la paraestatal. Al fin, esta
semana, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, se ha reunido con algunas
de ellas y ha prometido que la llave de recursos para saldar dichos adeudos se
abrirá más. Si en abril Pemex desembolsó 50.000 millones de pesos (3.000
millones de dólares), la última semana de mayo se desembolsarán 70.000 millones
de pesos, unos (4.100 millones de dólares).
De acuerdo con los directivos de Pemex, en el primer
trimestre del año, se destinaron poco más de 6.000 millones de dólares al pago
de proveedores. El desembolso no ha sido suficiente para acortar la brecha de
adeudos que aún restan en más de 8.800 millones de dólares, unos 148.000
millones de pesos, de saldos pendientes por cubrir para la diáspora de empresas
que hacen servicios de perforación, extracción para la paraestatal. Un
incremento de 59% respecto a los 88.791 millones de pesos registrados en el mismo
mes del año pasado.
“El negocio de Pemex no está en jinetear el dinero de los
contratistas, sino en el cumplimiento de sus metas, y solo se logran estas, si
se cumple con los compromisos”. Esas fueron las palabras de Romero Oropeza a
unos proveedores ansiosos por comenzar a facturar, según estas mismas fuentes.
Los directivos han prometido pagos similares de 70.000 millones de pesos
también para junio, julio y agosto, a fin de ir cerrando la brecha de adeudos
para su red de empresas. A pesar de la promesa de pagos, el escepticismo ronda
sobre los empresarios que aún desconocen a quién le pagarán y cuánto se le
pagará a cada contratista.
Una de las fuentes allegadas a estas reuniones detalló que
en la justificación de Pemex por el atraso fue debido al poco margen de
maniobra que tuvo la Secretaría de Hacienda el año pasado para apoyar en este
renglón a la petrolera, debido a los subsidios que el Gobierno ordenó aplicar a
los precios de las gasolinas. Solo en 2022, los estímulos a los combustibles
costaron al erario unos 396.000 millones de pesos y en 2023 estos subsidios
supusieron un hueco de 195.500 millones de pesos. Este año, por el contrario,
los estímulos a las gasolinas han desaparecido casi por completo, recursos, que
los contratistas esperan sean reorientados a los adeudos.
El foco rojo de los contratistas se concentra en el sureste
de México, en las costas del golfo de México, en los Estados de Tabasco y
Veracruz. Luis Miguel Labardini, experto en temas energéticos, refiere que el
impago a estas compañías se debe, en parte, a una mala administración al
interior de la petrolera. “El Gobierno federal ha mostrado un gran apoyo a
Pemex a través de transferencias superiores a los 900.000 millones de pesos,
desafortunadamente estos mismos 900.000 millones de pesos es la suma de las
pérdidas de Pemex Refinación en los últimos cinco años” menciona.
El especialista refiere que aunque el Gobierno de López
Obrador ha centrado su estrategia en reflotar a la maltrecha paraestatal, se ha
priorizado el pago de la deuda bancaria y se ha dejado en segundo plano a los
contratistas. Solo durante los últimos tres meses de 2023 y enero de 2024, los
estímulos fiscales otorgados a Pemex ascendieron a 112.000 millones de pesos,
según las cifras Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El adeudo de Pemex coincide con su debacle operativa. La
petrolera estatal produjo en abril 1,47 millones de barriles de crudo diarios,
su peor nivel en 45 años, de acuerdo con las cifras de la Comisión Nacional de
Hidrocarburos. El dato supone una caída del 6% respecto al mismo periodo del
año pasado, cuando se extrajeron 1,5 millones de barriles de hidrocarburos.