
Nuevo régimen fiscal de Pemex no garantiza mejor rentabilidad y operación de la petrolera: IMCO
El régimen fiscal de Pemex fue objeto de diversas reformas con el fin de reducir su carga tributaria.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advirtió que el nuevo régimen fiscal de Pemex, diseñado para simplificar el pago de impuestos y reducir su carga tributaria, no asegura una mejora en la rentabilidad ni en la operación de la empresa.
Reformas fiscales en Pemex
En años recientes, el régimen fiscal de Pemex fue objeto de diversas reformas con el fin de reducir su carga tributaria y liberar recursos para incrementar su inversión de capital, con la expectativa de mejorar su situación operativa y financiera.
No obstante, un menor pago de derechos e impuestos no garantiza una mejora en la rentabilidad y operación de la petrolera, sin controles e incentivos adecuados, los recursos liberados podrían destinarse a actividades poco rentables, como el negocio de refinación, en lugar de fortalecer áreas estratégicas como la exploración y extracción de hidrocarburos, señaló el instituto en un análisis.
La reforma más reciente al esquema fiscal de Pemex crea el Derecho Petrolero para el Bienestar, un esquema que busca simplificar el pago de derechos e impuestos de la empresa.
Impacto del nuevo régimen fiscal en Pemex
El IMCO explicó que más allá de las posibles eficiencias administrativas que este cambio pudiera representar, este ajuste tiene implicaciones que afectan tanto el desempeño de Pemex como los ingresos públicos del gobierno mexicano.
La reforma disminuye la carga fiscal de Pemex y en consecuencia, los recursos que recibe el Estado mexicano. La petrolera habría pagado aproximadamente 225.4 mil millones de pesos, un 10.6 por ciento menos que los 252.0 mil millones que declaró bajo el esquema fiscal anterior, señaló.
Añadió que la evidencia más reciente confirma que en 2024, incluso con una menor carga fiscal, Pemex registró su segunda mayor pérdida en al menos 14 años, 620.6 mil millones de pesos.
Sin el pago del Derecho a la Utilidad Compartida, dicha pérdida habría sido de 489.9 mil millones.
Más allá de reducir la carga fiscal de Pemex, el problema de fondo radica en la gestión de la empresa. Mientras no se implementen cambios estructurales que mejoren su eficiencia operativa y financiera, es probable que la empresa continúe dependiendo del apoyo presupuestario del gobierno, comprometiendo recursos que podrían destinarse a infraestructura, salud, seguridad, educación, entre otros, aseveró.