
Las refinerías estadounidenses disminuyen su consumo de combustóleo mexicano
El mercado estadounidense ha comenzado a disminuir su
consumo de combustóleo mexicano a medida que el precio del
petróleo se ha estabilizado y las refinerías del país, que encontraban en el
hidrocarburo un bálsamo a los altos precios, han reducido su uso.
El combustóleo es un subproducto de la refinación que es
producido en abundancia por Pemex, y que se volvió atractivo en
medio del repunte de los altos precios del petróleo después de la pandemia.
Las
refinerías de Estados Unidos –diseñadas para trabajar con mezclas
pesadas– aumentaron su consumo del hidrocarburo para mantener o
aumentar sus ganancias después de que durante la crisis de la pandemia
atravesaron por problemas financieros. Los complejos pueden utilizar el
combustóleo como parte de la mezcla con la que producen gasolinas y diésel y,
al ser de un precio más bajo, aumentar sus márgenes. Y México históricamente ha
sido su principal proveedor.
Durante 2022 el país registró sus niveles de consumo más
altos en los últimos cinco años, según los registros de la Administración de
Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
Una regulación de la Organización Marítima
Internacional prohibió en 2020 a las embarcaciones –las
principales consumidoras de este combustible– el uso de combustóleo con
altos niveles de azufre, como el que se produce en México. Entonces se
esperaba una baja en el consumo del hidrocarburo, pero los movimientos
derivados de la pandemia y los altos precios del petróleo
cambiaron las previsiones del mercado.
El país, que suele ser uno de los principales compradores
del mercado mexicano, importó en noviembre de 2021 su nivel más alto de
combustóleo, según los registros de la EIA. Estados Unidos compró a
México 125,000 barriles diarios del combustible. Pero esta
cifra cayó en abril pasado a 32,000 barriles diarios, de acuerdo con los
registros. En mayo pasado, el último dato disponible, el consumo se mantuvo
alrededor de 47,000 barriles al día.
En general, el mercado estadounidense ha disminuido sus
niveles de importación de combustóleo. En mayo, por ejemplo, importó la mitad
de lo que compró durante los últimos meses del año pasado. Pero las compras a
México han sido más notorias. Y mientras disminuye su adquisición del mercado
mexicano, ha aumentado sus compras a Canadá y Colombia, aunque
México aún se sitúa como el principal mercado.
Un análisis de la Administración de Información Energética
de Estados Unidos dice que el país ha reducido su consumo a medida de que las
embarcaciones están cumpliendo con la regulación que los obliga a
utilizar combustible con un bajo contenido en azufre. Lo que podría explicar
también el aumento en las compras del combustible desde otros mercados, como el
canadiense.
Las cifras de la estatal Pemex aún no dan cuenta de un alto
impacto sobre los cambios en el mercado estadounidense, e incluso indican un
aumento en las exportaciones del combustible. Pese a ello, el exceso de
producción de combustóleo –que ha aumentado a medida que más se usan las
refinerías– y sus altos niveles de inventario de este producto ya ha
obligado a la petrolera a disminuir sus niveles de proceso en sus complejos de
refinación.