
Las claves de los cambios a las pensiones vitalicias de Pemex
La Suprema Corte ha ordenado a Pemex el pago de pensiones
vitalicias a personal de confianza que haya laborado 15 años en la empresa y
esto tendrá un impacto en sus finanzas.
Pemex tendrá que aumentar la partida presupuestaria que
destina al pago de pensiones a sus trabajadores. La Suprema Corte ordenó hace
unos días a la petrolera garantizar una pensión a sus trabajadores de confianza
que se jubilen con al menos 15 años de cotización en la compañía.
La decisión se ha tomado a partir de un caso particular, de
una trabajadora del área de transparencia de Pemex que laboró en la estatal por
20 años y ocho días y que terminó su relación con la empresa en marzo del 2022.
Y que la demandó para que ésta respondiera con una jubilación.
El caso, aunque fue individual, marca un nuevo presedente
para la compañía, que hasta ahora –y después de cambios resultantes de la
reforma de 2013– solo estaba obligada a garantizar una pensión a las y los
trabajadores que tuvieran 60 años y laborado 30 años en la compañía.
Ahora, según la decisión de la Corte, la petrolera debe
garantizar una pensión reducida –es decir, menor a la que daría a alguien que
cumpla con los lineamientos completos– a partir de los 15 años. La medida
aplicará solo para los trabajadores de confianza de planta de Pemex.
Pemex gastó en 2023, el último dato anual disponible, 74,256
millones de pesos en jubilaciones. En 2018, el último año del sexenio priista,
este gasto fue de 56,144 millones.
El proyecto de la ministra Yazmín Esquivel –una de las más
cercanas al gobierno obradorista– fue avalado por unanimidad y tomó como
argumento principal el convenio 102 de la Organización Internacional del
Trabajo, que asegura que debe garantizarse una pensión a partir de los 15 años
de trabajo, siempre y cuando se cumplan lineamientos de edad.
La edad de jubilación para los trabajadores de la estatal ha
sido un constante tema de discusión relacionado con las finanzas de la
compañía. Tras la reforma energética, se hizo una modificación –la primera
desde 1940– que marcaba que las y los trabajadores deberían acreditar 25 años
de servicio y 55 años de edad.
Pemex, uno de los mayores empleadores del país, con más de
120,000 trabajadores, da a sus empleados una jubilación 6.7 veces mayor a la de
un pensionado que cotizó en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Y
una cifra mucho más alta de la que reciben los empleados de la estatal CFE.
Pemex tiene una base de 128, 616 empleados. La cifra más
alta desde el primer año del sexenio obradorista. En 2014, por ejemplo, la
estatal tenía más de 153,000 empleados, pero este número se redujo debido a la
implementación de la reforma que buscaba aminorar los gastos de la compañía.
Ahora, la decisión de la Corte podría hacer eco en los
pasivos de la estatal, aunque el impacto aún no está definido. “Medidas como
éstas, aunque son importantes en derechos laborales, representan un paso atrás
para la compañía. No tengo una idea de cuánto será el impacto porque no sabemos
aún cuántos empleados se verán beneficiados”, dice Óscar Ocampo, del Instituto
Mexicano de la Competitividad (IMCO).
El año pasado, según su último informe a la Bolsa de Valores
de Estados Unidos, Pemex perdió 4,900 millones de pesos en pérdidas actuariales
por prestaciones de los empleados. La compañía no especifica si esta cifra suma
los beneficios a los trabajadores ya jubilados. Actualmente tenemos una
cantidad sustancial de obligaciones de beneficios para empleados”, dice la
compañía en el reporte.
Petróleos Mexicanos y las Entidades Subsidiarias han
establecido planes adicionales para cubrir las prestaciones post-empleo, que se
basan en estudios actuariales preparados por expertos independientes y que
incluyen discapacidad, pensión post mortem y fallecimiento de empleados
jubilados, así como servicios médicos para empleados jubilados y
beneficiarios”, añade la compañía en el mismo documento.
Pero estos dos últimos rubros representan –al menos hasta el
cierre de 2023– el 34.7% del total de los pasivos de la empresa. Para ese mismo
año la estatal tenía una reserva sustancial sin fondos para pensiones de
jubilación y primas de antigüedad era de 1,372.5 millones de pesos.
Pemex también ha reconocido que sus costos de ventas han
aumentado no sólo por las compras de petróleo y otros productos importados,
sino también por los sueldos, salarios y prestaciones. Los gastos
administrativos y los gastos de distribución, transporte y venta también han
aumentado de manera significativa por los beneficios a empleados.
En 2018, después de una serie de cambios hechos tras la
reforma que reducían los beneficios a empleados, la petrolera aumentó sus
ganancias en 222,500 millones de pesos.