La industria minera de México, cuyo componente principal es la extracción de hidrocarburos, registra una caída de 5.5% en promedio y ha sido desplazada por el sector de transportes en cuanto a su participación en el producto interno bruto (PIB) nacional.


Tiene poca probabilidad de revertirse a corto plazo, a menos que la política energética y las inversiones anunciadas permitan un panorama distinto en el futuro, advirtió Samuel Vázquez Herrera, economista principal del Grupo Financiero BBVA Bancomer.


“Esperamos que la política energética logre revertir este panorama”. Puntualizo el especialista en un análisis sobre el desempeño que han tenido los diferentes sectores productivos durante este año.


Los hidrocarburos concentran 73% de la industria minera, mientras que la participación de productos metálicos y no metálicos es del 20% mientras que el restante 7% está constituido por los servicios que requiere el sector.


Samuel Vázquez explicó que la minería creció en el primer trimestre de 2018 , pero se contrajo en el segundo en lo que se refiere a productos metálicos y no metálicos, así como “por disminución de la producción petrolera que ha provocado la importación de gas para complementar la demanda doméstica por este energético”, con lo cual quedó desplazada por el sector transportes respecto a su peso en la economía total.