La administración entrante enfrenta el desafío de modernizar Pemex y manejar una compleja situación fiscal, mientras busca estabilidad macroecon221ómica y una transición energética.

En medio de un entorno financiero incierto y con grandes retos económicos por delante, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, enfrenta una compleja situación fiscal y estructural. Su primer encuentro oficial con el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, marcará en el día de hoy, el inicio de una transición que promete ser crítica para el futuro del país.  

Uno de los temas más sensibles es el manejo y modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex), la cual forma parte del pilar energético, pero que ahora sostiene desafíos que ponen en riesgo la estabilidad fiscal.  

Cabe señalar que la estatal ha sido históricamente una de las empresas más importantes de México, pero su actual modelo de negocio y las crecientes transferencias de capital aprobadas por el Ejecutivo federal han generado preocupación entre los analistas.  

Recientemente la directora de análisis en Intercam México advirtió que, sin cambios significativos en su modelo de negocio, las finanzas públicas podrían deteriorarse aún más. La petrolera tiene una deuda significativa de 101.500 millones de dólares, con 6.800 millones de dólares venciendo en 2025, lo que añade presión a la administración entrante para buscar soluciones sostenibles. 

En este sentido, Sheinbaum heredará una situación fiscal difícil, caracterizada por un aumento en el gasto social, mayores costos de endeudamiento y altas tasas de inversión destinadas a concluir proyectos prioritarios del sexenio de López Obrador, como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas.  

En una declaración reciente, la presidenta electa, ha reafirmado la continuidad de Rogelio Ramírez de la O en la Secretaría de Hacienda, quien ha enfatizado la prioridad de mantener la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal. Sin embargo, los inversionistas siguen preocupados por la falta de un plan claro sobre cómo se logrará este control del déficit y la deuda pública. 

Por su parte, Isidro Fernández, experto del sector gasolinero y Director Ejecutivo de IFENERGHI, subrayó en conversación con Surtidores Latam, la urgencia de modernizar Pemex y reducir su dependencia de los hidrocarburos.  

Fernández enfatizó en que México debe transitar hacia un esquema de actualización y transición energética, siguiendo el ejemplo de otros países que han invertido en energías limpias y sostenibles. “Esta transformación es clave para posicionar a Pemex como una empresa de calidad mundial y garantizar un futuro energético más sostenible para México”, relató.