
Cae consumo de gas LP y gas natural en México
La demanda de gas residencial, tanto licuado de petróleo
(gas LP) como natural, ha bajado en los últimos años.
El gas LP destinado al consumo doméstico en
el país había mostrado una tendencia hacia la baja durante los últimos
veinte años ante el avance del gas natural, principalmente en algunas
zonas del país, como el Norte, Centro y Centro Occidente.Sin embargo, entre 2021 y 2022 se registró
una caída pronunciada de 25.7 por ciento, al pasar de los 164
mil barriles diarios (mbd), a los 121 mbd, una diferencia de
poco más de 42 mil barriles.
Del lado del gas natural seco, la tendencia
alcista que la demanda residencial mantenía de manera consistente se
vio abruptamente interrumpida en 2020 cuando cayó de los 99.1 millones
de pies cúbicos diarios (mmpcd) de 2019, a los 61.8 mmpcd, es
decir, una reducción de 35 millones, o 35 por ciento. Para 2022, el consumo de los hogares mexicanos había
descendido a los 54.4 mmpcd, esto es, 45.1 puntos porcentuales con
respecto al 2019, según se desprende de datos de la Secretaría de Energía.
Adrián Calcáneo, director ejecutivo y líder para
América Latina en Petróleo y Gas Natural Licuado, de S&P Global Commodity
Insight, explicó que la pandemia por el COVID-19 en 2020 provocó que la
producción de gas LP en refinerías descendiera, lo que llevó a
una oferta más limitada con respecto a la demanda, lo que
adicionalmente empujó los precios hacia arriba.
Al conversar con Energía a Debate en
el marco del 36 Congreso de la Asociación Iberoamericana de Gas LP
(AIGLP), que se lleva a cabo esta semana en la Ciudad de México, el
especialista explicó el comportamiento que tuvo el mercado mundial del gas LP y
del gas natural, así como su repercusión en la región de América Latina.
“Las proyecciones que se tenían en el 2018-2019 sobre la
oferta que había disponible de gas LP hizo que se construyeran de más plantas
petroquímicas en China. Y cuando entran en vigor estas plantas en medio de la
pandemia con una oferta disminuida hace que se escale el precio”, expuso.
Como resultado, agregó, en países como México,
Brasil, Chile, Colombia y Perú experimentaron “la misma oleada
de alzada de precios al mismo tiempo”. Aun con ello, indicó que la pandemia provocó una
ligera alza en el consumo doméstico en Latinoamérica, toda vez que la
gente cocinó en casa.
“Curiosamente el gas LP es el único hidrocarburo cuyo
consumo creció durante la pandemia porque la gente regresó a sus casas, cocinó
más y la gran mayoría de las casas en América Latina utiliza gas LP para
cocinar”, señaló.
Recordó que en México alrededor de 75 por ciento de
los hogares utiliza el gas LP para cocinar alimentos, en tanto que en Brasil es
el 93 por ciento, siendo ambos países los mayores consumidores
de este combustible en la zona.
“Esto habla de que esto es un consumo que está muy
arraigado y muy cercano a la gente”, comentó Calcáneo.En los países del bloque, apuntó, la tasa de crecimiento de
la demanda del gas licuado de petróleo está entre el 2 y 3 por ciento
anual, y previó que los precios se mantendrán razonablemente estables
en lo que resta del año, en unos 600 dólares la tonelada.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Consumo de
Energéticos en Viviendas Particulares (Encevi) de 2018, elaborada por
el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 80 por ciento de
los hogares mexicanos utilizaba el gas LP como energético para cocinar,
contra 7.3 por ciento de gas natural y 11.3 por ciento repartido
entre leña y carbón. Limita la Transición Energética consumo de gas natural en
hogares.
En opinión de Adrián Calcáneo, es difícil que el gas natural
continúe creciendo y vaya a sustituir al gas LP en el segmento
residencial, toda vez que los gobiernos están impulsando políticas
encaminadas a la descarbonización y el uso de fuentes energéticas más
limpias.
“Yo creo que la idea tradicional de que el gas natural
iba a reemplazar al gas LP ya acabó, esa discusión ya se acabó”, aseguró a
este medio.
En este sentido, explicó que el gas natural ya encontró “su
nicho” en generación eléctrica y en el sector industrial, principalmente,
de manera que el gas LP se quedó con el segmento residencial.
“Para que el gas natural pueda crecer hay que hacer mucha
inversión para llevar las tuberías casa por casa. Y con la cuestión de las
renovables, siendo el gas natural un hidrocarburo, va a ser muy difícil que los
países, los gobiernos, incentiven mucho más su desarrollo”, consideró el
analista.
Por ello, también observó que el gas LP será un
combustible de transición a nivel residencial hacia la electrificación.