Buques con gasolina saturan puertos mexicanos.
La baja demanda y escaso
espacio de almacenamiento de gasolinas alarga el tiempo de espera de los buques
en los puertos mexicanos. Ayer eran 27 los cargueros que esperaban su turno
para descargar en Tuxpan, Coatzacoalcos y Tampico.
El consumo de combustibles en
el país se redujo 40 por ciento a nivel nacional debido a las restricciones a
la movilidad impuestas para contener la propagación del coronavirus, explicó
Ramsés Pech, socio de Caraiva y Asociados. A nivel mundial, dijo, el Banco
Mundial previó que la caída sea de 9.3 por ciento en 2020.
Al desplome en la demanda se
suma la falta de espacio para almacenar, un problema que México arrastra desde
hace varios años, tanto en las terminales portuarias como en el interior del
país. En diciembre, la Secretaría de Energía (Sener) publicó modificaciones a
la Política de Almacenamiento Mínimo de Petrolíferos que entran en vigor el 1
de julio y que en esencia mantienen en cinco días el objetivo, lo que desmotivó
las inversiones.
Daniel Sánchez, socio del
Grupo de Práctica de Energía, Minería e Infraestructura de Baker McKenzie,
comentó que hay un excedente de petrolíferos flotando en los litorales de todo
el mundo que están varados o en tránsito para la entrega y en el caso de
México, el requerimiento para almacenamiento de inventarios establecido por la
Sener es bajo.
Santiago Arroyo, director
general de Ursus Trade and Energy Consulting, coincidió en que la
flexibilización de la política de almacenaje que determinó la Sener, desde un
mínimo de 13 días que se planteaba antes de la modificación, tiene como
objetivo despresurizar a Pemex de la responsabilidad que tiene como actor
preponderante en la industria, por lo que la empresa del Estado no se vio
forzada a invertir y ese gasto se fue para la construcción de una refinería en
Dos Bocas, Tabasco.
Las empresas privadas
aprovecharon también para relajar sus inversiones en terminales de acopio y la
Comisión Reguladora de Energía (CRE), por su parte, no ha otorgado permisos,
agregó Arroyo. Marcial Díaz, analista de
Lexoil Consultores, recomendó dejar de apostar por inversiones como la
construcción de una refinería, que no son un buen negocio, y optar por
proyectos que demanda el mercado como la construcción de terminales para
guardar gasolinas mediante asociaciones con privados.
Arroyo explicó que derivado de
la falta de espacio para guardar combustibles hay embarcaciones que permanecen
días en los puertos del Golfo de México -con bandera de distintos países, pero
procedentes principalmente de Estados Unidos- con miles de litros de gasolina,
diésel y otros petroquímicos que se utilizan en la industria de la
transformación. Mencionó que además hay
terminales como la de Tuxpan donde la entrega es tardada, ya que sólo entra por
turno un buque con un volumen de 450 mil barriles.
Arroyo calculó que por cada
embarcación que entra a descargar hay dos más en fila. La mayoría de los contratos
establece un periodo de fondeo, es decir, el amarre de la embarcación al fondo
marino, de cinco a ocho días hábiles, por lo que transcurrido este lapso
empiezan a corren los costos de almacenamiento.
Ayer por la tarde, según las
plataformas de monitoreo VesselFinder y Marine Traffic, había 27 busques
petroleros en el Golfo de México, algunos en espera desde los primeros días de
abril. Las compañías están pagando
entre 15 mil y 30 mil dólares por día por cada buque que está en espera y eso
encarece el producto, dijo Marcial Díaz.
Las tres terminales portuarias
de Coatzacoalcos, Tuxpan y Tampico tienen una capacidad conjunta para recibir
siete millones 505 mil 766 barriles de petrolíferos. Las 27 embarcaciones que
estaban ayer en espera cargaban 10 millones 350 mil barriles. A nivel nacional la capacidad
de almacenamiento es de casi 12 millones de barriles, de gasolinas y diésel.