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Opinión - PEMEX: Orgullo Nacional
A tres años de que concluya la actual administración, el Presidente Enrique Peña Nieto decide, por fin, poner a un especialista que
ahora en su semblanza ya se puede leer, como el responsable de haber evitado el
resquebrajamiento del IMSS, por lo que se espera tenga los tamaños para
reestructurar a Petróleos Mexicanos, al tiempo de acelerar su transformación, a
fin de aprovechar las oportunidades que ofrece la reforma energética y de
renovar sus procesos de producción para alcanzar una mayor rentabilidad.
Reestructurar sus pasivos y, en general, mejorar todos sus
procedimientos que la conviertan en una entidad competitiva, financieramente
sana, son sólo algunos de los temas donde se requiere atención prioritaria.
Todo ello, en un contexto internacional adverso. La caída de
los precios del petróleo es únicamente la punta del iceberg de los problemas que
enfrenta la generación de energía a través de recursos no renovables.
José Antonio González Anaya está en la responsabilidad más
importante de su carrera profesional y ante un desafío en el que tiene múltiples
factores en su contra. El mismo tiempo que le falta para concluir al sexenio,
juega en su contra, así como las resistencias que existen al interior de la
empresa, además de los altísimos intereses que están en juego, generado incluso
por los propios proveedores de PEMEX.
Si hay alguien capaz de llevar a buen término esta misión es
precisamente él y su equipo que lo ha acompañado a lo largo de su fructífera
carrera en el servicio público, además, claro está, de lo más valioso que tiene
la empresa, que son la mayoría de sus trabajadores.
En la misma Cámara de Diputados se escuchan voces sobre la
acertada decisión del nombramiento presidencial, por lo que brindaron su voto
de confianza a José Antonio.
Varios Diputados coincidieron por separado, que el
nombramiento de González Anaya es una garantía para que PEMEX continúe en el
camino de la transformación y sea la empresa prototipo pública que siga
brindando desarrollo y bienestar para todos los mexicanos.
Se debe demostrar, aseguraron, que la reforma energética va
llevar al país a tener un crecimiento sostenido de su PIB por arriba del 5% y
en este contexto PEMEX juega un papel fundamental.
Los legisladores coincidieron en señalar que Petróleos
Mexicanos debe seguir siendo un orgullo nacional, tanto por su aportación al
desarrollo, como por su compromiso con el medio ambiente y un ejemplo en el
manejo de los recursos públicos.