El próximo 31 de mayo, antes del proceso electoral que ocupa la mayor parte de los espacios mediáticos, el presidente Enrique Peña realizará el lanzamiento formal de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), pues ese día se tiene prevista la publicación del decreto de creación en el Diario Oficial de la Federación.

Por ello, la API Lázaro Cárdenas Almirante Jorge Luis Cruz Ballado está siendo especialmente acicalada y una de las noticias que caerán en este evento es la relacionada con el potencial de ampliación de movilización de carga que tendrá en puerto con la entrada en operación de la Terminal Especializada de Contenedores (TEC II) de APM Terminals, que dirige JD Nielsen, cuyas siete grúas (de las cuales están instaladas tres) tendrán una capacidad de atender a los portacontenedores más grandes del mundo, los cuales transportan cerca de 19 mil contenedores.

Se ampliará a más de 30 millones de TEU la capacidad de manejo de carga. La segunda razón es que se dará arranque oficial a la construcción de la Terminal Especializada Automotriz (TEA) en la que se invertirán más de 50 millones de dólares y cuyo contrato fue firmado recientemente con SSA, que preside Fernando Chico Pardo, luego de cuatro años de litigio con los representantes legales de Pasha Group. Veracruz es el primer puerto para comercio exterior automotriz y le siguen Lázaro Cárdenas, Acapulco, Mazatlán, Altamira y Manzanillo.

La TEA que arranca tendrá una capacidad de movilización de 700 mil vehículos hacia y desde México, una dimensión diferente al movimiento actual: de enero a marzo se exportaron por la APILAC poco más de 24 mil vehículos y se importaron más de 43 mil, aun cuando las 13 armadoras usan intensivamente el puerto y Amports, que dirige Ernesto Ibarra, se ha mantenido como el principal contratista del negocio.

Pero con la cesión parcial de derechos que firmó la APILAC el 17 de mayo pasado a favor de SSA, que dirige Manuel Fernández, el tema será definir cómo competirán, porque el contrato de cesión no tiene efectos de exclusividad, lo que implica que la Coordinación de Puertos y Marina Mercante, que encabeza Guillermo Ruiz de Teresa, podría llevar a cabo un concurso similar al que se realizó en 2012 y ganó SSA, si el mercado requiere de la instalación de una segunda terminal especializada automotriz.

Obvio, tendría que hacerse en igualdad de condiciones, pues se considera que lo que hasta ahora ha realizado Amports como prestador de servicios de maniobras en áreas generales no especializadas para el manejo de autos, no sólo desplaza área de apilamiento y maniobra de carga general, sino que no reconoce (en pago de derechos y contraprestación) el valor agregado que en realidad hace un accesorista.

Pienso que habrá una extensión de seis meses más al contrato actual que tiene Amports, pero para el sector público los beneficios de concursar y licitar una segunda TEA en la APILAC les deja claro que recibirá más ingresos por movimiento de autos, pues SSA ya pagó un guante de 180 millones de pesos, se obligó a pagar una cuota fija de 12.5 millones de pesos anuales, más una contraprestación fija de cinco dólares por movimiento de unidad, mientras que Amports argumenta haber invertido dos millones de dólares para facilitar su labor de accesorización y paga una contrastación a la API de un dólar por movimiento de unidad.